Comenzó el otoño y comenzamos a repasar las principales tendencias que vamos a llevar en la nueva temporada.
La moda propone por un lado, borrar la distinción de géneros con propuestas genderless o agender (sin género), desfilan por primera vez juntas las colecciones masculinas y femeninas de Gucci en Paris, y las tendencias que valen para ellas también valen para ellos: Mix de estampas, terciopelo, colores, cuadros, parches, vinilo, metalizados y piel.
En la moda podemos leer los cambios sociales y culturales que se van gestando, y cada vez son más las marcas y diseñadores que se animan a proponer prendas pensadas para ser funcionales, cómodas y de buen diseño, más allá del sexo del usuario. Aunque pueda parecernos un poco radical y sobre todo para ellos, pueda ser un poco difícil pensarse con faldas, lentamente esta tendencia va ganando adeptos, de la mano de las remeras más largas, los chupines, el estilo militar y las prendas oversize.
Pero siempre hay un contrapeso, y por la otra parte, las propuestas llegan con una marcada distinción: Abrazamos el estilo masculino, las prendas sastreras, trajes, sobretodos, camisas como piezas fundamentales, zapatos bajos, acordonados y mocasines o bien el absoluto romanticismo y la femeneidad de los vestidos de tul bordados, los apliques de piedra, la textura fluida del terciopelo, las camisas con lazo, piezas etéreas y delicadas. Contrapunto que nos da la posibilidad también de mezclar ambos estilos en el mismo look y jugar con el contraste.
Para cerrar la idea, dos colores que tienen protagonismo: el rosa y el azul Klain. Diferentes pero iguales, separados pero más unidos que nunca. Otras protagonistas con mucha presencia, las remeras, tienen mucho que decir. Y yo, me elijo una que diga LOVE. La guerra de los sexos es un concepto del siglo pasado. Y en el amor y la moda, hay que seguir al corazón!