Los orígenes del Bulldog Francés se remontan a la década de 1850. Sus inicios se hallan en Inglaterra, con el Bulldog Inglés, descendiente de las razas de tipo mastiff.
Hacia finales del siglo XIX el Bulldog Francés era lo suficientemente popular en Francia y fue exportado de vuelta a Inglaterra por Mr. George Krehl y se convirtió en un gran defensor de esta raza e importó a Inglaterra muchos de ellos conocidos como perros de orejas de murciélago.
La raza fue aceptada por el American Kennel Club en 1898 y la primera exposición autorizada por éste se celebró ese mismo año en el Hotel Waldorf-Astoria, en Nueva York. Se trataba de un evento para la alta sociedad, celebrado en un lugar encantador. Asistió la clase pudiente de esta ciudad y se escribió mucho sobre esta reunión en la prensa neoyorquina.
De 1896 a 1902 casi 300 Bulldog Franceses fueron exportados anualmente a EEUU y no era infrecuentemente que un perro costara hasta 5.000 dólares, una cantidad que sólo los muy ricos se podían permitir.
Características
Tipo moloso, de talla pequeña, pelo corto, musculoso, fuerte y compacto.
Potente para su pequeña estatura, corto, compacto en todas sus proporciones, pelo raso, cara corta, nariz chata, orejas erectas y cola naturalmente corta. Debe tener aspecto de animal activo, inteligente, muy musculoso, de estructura compacta y sólida estructura ósea.
Carácter
Sociable, alerta, alegre y juguetón.
Es un perro pequeño, cómico y afable, que sobresale como perro de compañía y que sólo busca afecto.
Amistosos, excelentes con los niños, compatibles con otras mascotas y además muy adorables.
Es un perro muy dulce, afectuoso y paciente, afectuoso particularmente con los niños, y muy protector con ellos, especialmente las hembras.