Este perro tiene un talante dulce y dócil. Fiable y predecible, es una maravillosa mascota familiar y es cariñoso con casi todos los niños. Esta raza, centrada en las personas, exige activamente nuestra atención.
Sin embargo, han conservado la valentía originaria de su crianza para las peleas con toros, por lo que son buenos perros de guarda. Aunque suelen llevarse bien con otras mascotas de la familia, los bulldogs ingleses pueden ser agresivos ante perros que no conocen.
Los bulldogs ingleses son buenas mascotas para pisos y no necesitan un patio. Estos perros, con su característica baja resistencia, solo necesitan una cantidad moderada de ejercicio. Se sienten mejor en climas templados; enseguida se sobrecalientan y sufren dificultades respiratorias cuando hace calor, y se resfrían enseguida con temperaturas frías.
Esta raza por lo general respira ruidosamente, tienden a roncar y resollar. Muchos también babean. Su muda es moderada y su pelo corto requiere poco aseo, sin embargo, las arrugas de la cara deben limpiarse con regularidad para evitar infecciones cutáneas.
Historia
Bautizados por su uso en el deporte de la pelea con toros (bull baiting en inglés), el Bulldog Inglés se desarrolló al parecer en las islas británicas con anterioridad al siglo XIII. Una de las pocas referencias que existen sobre este deporte se remonta al 1209, y habla del perro de un carnicero que perseguía a un toro por la ciudad inglesa de Stamford. Aquella persecución gustó tanto al conde de la ciudad que inauguró las peleas con toros como deporte en sus dominios. En la actualidad, el Bulldog Inglés es una buena mascota familiar. El AKC (American Kennel Club) reconoce a esta raza simplemente como Bulldog.