El anonimato que vivió esta ciudad durante más cuatro siglos ha hecho que sea una de las ciudades medievales mejor conservadas del mundo, fue fundada en el siglo XI alrededor de una fortaleza del siglo IX y hasta el siglo XV fue una de las ciudades más prósperas del continente. Su red de canales hizo que fuera un importante centro comercial del norte de Europa.
A principios del siglo XX, cuando la ciudad estaba muy abandonada y sumida en la pobreza, fue objeto de una profunda restauración, convirtiéndose desde ese momento en un importante destino turístico. Hoy, más de 3 millones de turistas recorren cada año sus empedradas calles siendo la ciudad más visitada de Bélgica, por delante de Bruselas. Sus canales serpentean toda la pintoresca ciudad y es por eso de su apodo «la Venecia del Norte». En el año 2000 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Brugge (Brujas) es un tesoro de maravillas históricas, arquitectónicas y artísticas. Los museos están llenos de obras de artistas flamencos antiguos y contemporáneos. Tiene también el ejemplo mejor conservado de casco urbano medieval, dominado por el campanario de su Plaza Mayor. En el centro de la ciudad, cerrado a los coches, encontrarás abadías y casas del siglo XV, como Hof Bladelin, que se ha conservado de una forma increíble.
Toda la impresionante belleza y la cultura de esta hermosa ciudad de cuentos se pueden explorar fácilmente en un solo día tanto a pie o tomando un paseo en barco por los tranquilos canales. Se puede llegar a esta ciudad en autobús, con un auto de alquiler o la más práctica que es en tren (a una hora desde cualquier estación de Bruselas).
Imprescindibles
Torre del Campanario (Belfort): es la torre más importante de la ciudad, desde la parte más alta, a 83 metros de altura y después de 366 escalones, se obtienen las mejores vistas panorámicas. La torre puede visitarse todos los días de 9:30 a 17hs (cerrada 25 de diciembre, 1 de enero y día de la Ascensión). Para entrar se debe abonar un ticks, menores de 5 años ingresan sin costo.
Iglesia de Nuestra Señora (Onze Lieve Vrouwekerk): reconstruida en el siglo XII con estilo romance y nuevamente en el siglo XIII, esta vez como iglesia gótica con una torre hecha en ladrillo que destaca por sus 122 metros de altura, la más alta de Bélgica. La construcción final acabó un siglo después (siglo XIV). Contiene en su interior un rico patrimonio artístico pudiendo encontrar obras de Gerard David o de Pieter Paurbus y destacando entre todas “la madonna con hijo”, en mármol blanco, del genial Miguel Angel. La mayor parte de ellas datan del siglo XVI. Además, podemos observar los mausoleos de María de Borgoña y Carlos el Temerario. Se puede visitar los martes, miércoles, jueves y viernes: de 9:30 a 12:30hs y de 13:30 a 17hs. Sábados de 9:30 a 12:30 y de 13:30 a 16hs. Domingos de 9:30 a 13:30hs. La entrada a la iglesia es gratuita, para el acceso al museo donde se encuentran los sepulcros de los duques se debe abonar un ticket.
Basílica de la Sagrada Sangre (Heiling Bloed): este pequeño templo ubicado en un extremo de la bonita Plaza Burg es un espléndido ejemplo de gótico tardío con indicio renacentista. Su planta baja, la más antigua, es la llamada capilla de San Basilio y de su interior destaca el tímpano que separa la nave central de las laterales en el que pueden apreciarse delicados relieves que representan escenas de la vida del santo. El piso superior es propiamente la Capilla de la Sagrada Sangre donde se encuentra el tabernáculo (un exquisito tarro de cristal de roca) en el que según la fe católica y la tradición, José de Arimetea conservó en paño con la sangre de Cristo. La reliquia se expone al público los viernes por la tarde y en la primera semana de mayo sale en procesión por las calles de la ciudad en uno de los acontecimientos religiosos (y festivos) de mayor tradición en Brujas. La basílica permanece abierta desde abril hasta el 14 de octubre todos los días de 09:30 a 12hs y de 14 a 17hs y del 15 de octubre a marzo de 10 a 12hs y de 14 a 17hs. Cierra el 1 de enero y el 1 de noviembre (también los jueves por la tarde durante los meses de invierno). La entrada a la iglesia es gratuita pero visitar el pequeño museo religioso anexo tiene un costo.
Molinos de Kruisvest: son cuatro pintorescos molinos que se encuentran en la zona norte, sobre las verdes praderas cercanas a la Kruispoort (Puerta de la Santa Cruz). La puerta formaba parte de las antiguas murallas de la ciudad y fue reconstruida en varias ocasiones. La actual es del 1400 y destaca en ella las dos sólidas torres circulares que vigilaban la entrada a la ciudad fortificada. Los molinos están en excelente estado de conservación, el más interesante es el de Sint Janshuis, del siglo XVIII y está en su lugar original y continua en funcionamiento; los otros como el vecino molino de Koelewei, se encontraban en distintos puntos de la ciudad y fueron trasladados en 1996 a este lugar, creando así el bonito parque que hoy puede visitarse. Para visitar el lugar puedes tomar el colectivo 16 desde el centro o hacer la ruta en bicicleta que lleva hasta el parque Kruisvest. Para ver el molino por dentro puedes hacerlo todos los días de 09:30 a 12:30 y 13:30 a 17hs (último acceso media hora antes del cierre). Se debe abonar un ticket para ingresar, menores de 5 años gratis.
Catedral de San Salvador: la iglesia más antigua de Brujas y su magnífico campanario forma junto al Belfort y la torre de la Iglesia de Nuestra Señora el skyline de la ciudad. Tiene su origen en una primera capilla románica del siglo IX, aunque la edificación que ha llegado hasta nuestros días se construyó entre los siglos XII y XV. Se encuentra algo retirada del casco histórico, al sudoeste de la ciudad, al final de la calle Steenstraat, aunque a pie, dista de la plaza Burg escasos 15 minutos. De su fachada lo más destacable es la torre campanario, una “mole” cuadrada, rematada con gracia por cuatro pequeñas torretas que le aportan gracia y esbeltez. En su interior posee muchas obras de arte conservadas, en primer lugar destaca el magnífico baptisterio que ocupa lo que fuera la capilla de San Jacobo, donde podrás ver murales de los siglos del XIII al XVIII. Pero, sin duda, lo más llamativo es la nave central con la extraordinaria sillería del coro, un exquisito trabajo de talla en madera, sobre el que se encuentra una valiosa colección de tapices que sirve de decoración “de lujo” para esta nave central. La colección pictórica que luce en los muros (y en el museo catedralicio) de esta iglesia es sin duda uno de sus tesoros, podrás ver obras de los artistas llamados primitivos flamencos, con especial protagonismo de cuadros y tapices de Dirk Bouts y Hugo Van der Goes. El acceso a la catedral y museo de arte sacro es gratuito y los horarios son de lunes a viernes de 10 a 13hs y de 14 a 17:30hs; sábados de 10 a 13hs y de 14 a 15:30hs y domingos de 11:30 a 12hs y de 14 a 17hs.