La ansiedad del comienzo de clases es normal en padres y niños, se juntan emociones encontradas, al parecer las obligaciones comienzan a ser más exigentes y los tiempos nos exigen ser más elásticos para adaptarnos a todo lo que el año nos propone. Un consejo saludable es pensar este comienzo con mucho optimismo, transmitirle a los hijos las energías positivas de un ciclo lleno de cosas buenas por descubrir y aprender, y sobre todo las madres aprender a no acumular desde tan temprano en su mochila emocional cargas que ya los niños tienen y deben aprender a ejecutar solos. ¡Bienvenidos al ciclo escolar!