El color nos afecta, puede influir en nuestros estados anímicos y también provocar reacciones físicas. El color del año propuesto por PANTONE es mucho más que una predicción de tendencias (aunque implica que este color o colores van a tener mucha relevancia en los próximos meses). El color del año es una reflexión sobre el mundo actual, sus necesidades y su dirección.
El color que tiñe el 2018 según el Instituto de Color es un tono púrpura, provocador y también reflexivo. PANTONE 18-3838 Ultra Violet.
Este año comunica originalidad, ingenuidad y mentalidad visionaria que nos señala el futuro. Evoca los misterios del cosmos, el misterio de lo que el futuro nos depara. Los púrpuras enigmáticos simbolizan la ruptura con el convencionalismo, el brillo artístico. Lo vistieron íconos como David Bowie, Jimi Hendrix o Prince, y no deja de venir “Pourple Rain” a mi mente. Vanguardia y expresión de singularidad vistiendo a estos íconos del pop, experimentación e inconformismo en un color. Llevar más allá la capacidad creativa, la inventiva, dejar huella, tu huella.
Históricamente este color se ha asociado a cualidades místicas y espirituales. Actualmente a prácticas como mindfulness. La búsqueda del significado y de la plenitud de conciencia. Un remanso de paz interior en la vorágine de la sobreestimulación de nuestro mundo actual.
El color es una herramienta de inspiración y de influencia. Y este año, el color nos invita a conectar hacia adentro, a potenciar el lado creativo e inventivo y proyectar hacia afuera nuestro yo más real, a descubrir de qué forma aportamos al mundo que nos rodea, cuál es nuestra única y original huella.