El mercado de la belleza se acerca cada vez más al del desarrollo personal y la espiritualidad según la consultora Innovation Group. La figura de las brujas, el zodíaco, el arte gráfico de las cartas de tarot han tenido presencia en la inspiración y creación de muchos diseñadores.
La relación de la moda con el Tarot por ejemplo tiene una fuerte raigambre en los años 50, cuando uno de los más importantes couturiers, Christian Dior, quien era muy supersticioso utilizaba referencias a ellas en sus diseños. Algo que María Grazia Chiuri, actual directora creativa de la maison rescata, el último ejemplo: colección Crucero 2018, inspirada en la simbología que recoge El Jardín del Tarot de la Toscana.
La moda y el diseño dialogan fácilmente con cualquier arte, oficio o disciplina. Y aunque tildada habitualmente de superficial, vacía o vana podemos encontrar en ella mucha profundidad si utilizamos las herramientas adecuadas para bucear en la búsqueda de los significados ocultos y de los mensajes detrás de prendas y accesorios.
El estilo personal, como construcción que hacemos y expresión de nuestro ser tiene muchas pautas y mucha data que brindarnos sobre quienes somos, a veces información de la que no somos del todo conscientes.
En el último tiempo la figura de las Diosas tiene una gran presencia, de la mano de autoras como Jean Shinoda Bolen y el empoderamiento femenino. Y la moda, que no es ajena a los cambios, refleja este viaje en busca del alma femenina.
Li Edelkoort es toda una eminencia en la predicción de tendencias y en su gira 2019 marca la relevancia de la figura de la Diosa y el culto a la individualidad de cada una de las mujeres lejos de estereotipos.
Las Diosas como Arquetipos nos brindan una nueva manera de acercarnos a nuestro ser, de reconocernos y también de trabajar nuestro estilo desde nuestra esencia y nuestras necesidades.
Cada mujer (o cada diosa) es única, auténtica y reveladora, pero todas tenemos ciertos aspectos en común. Uno de ellos, y sobre el que debería basarse todo individuo.