En pocos días más comienzan las clases y en muchos casos es la primera experiencia para los padres de acompañar a sus niños en esta nueva etapa.
Todo lo nuevo provoca ansiedad, miedo, angustia y nos llena de interrogantes, tanto a los adultos, como a los niños en este gran debut.
Es una etapa muy importante en la vida de nuestros niños y el acompañamiento de los padres es fundamental.
Lo primero es comprender que este nuevo mundo, está rodeado de lugares, personas y actividades desconocidas para ellos. Por tal motivo, deben sentirse acompañados y contenidos desde el primer día.
Es fundamental que los niños no se queden con la sensación de abandono en un lugar desconocido. Para ello, es importante haber recorrido antes los espacios y haber tenido un acercamiento a los adultos de la institución elegida. De esta manera el niño reconocerá el lugar y las personas acompañado durante los primeros días y les resultará más fácil este desapego con su entorno familiar.
La seguridad que les brinda la compañía y el cariño de los padres, les ayudará a una mejor adaptación y a una mejor comprensión del mundo que los rodea, construyendo de a poco sus primeras relaciones sociales.
Algunas cuestiones a tener en cuenta para logar una adaptación positiva al entorno escolar:
- • Tener actitud positiva: Tanto los días previos al inicio como los primeros días, hay que hablarles del colegio, de los maestros y de sus compañeros con una actitud positiva y de confianza, convencidos de que ese lugar será el mejor para ellos.
- • Preparar juntos los elementos que tienen que llevar al colegio: Que puedan elegir su mochila, sus colores, preparar la merienda y anticiparles lo divertido que será, los llenará de entusiasmo y expectativas para esta nuevo desafío.
- • Despedirse del niño y no desaparecer: alejarse de ellos sin despedirse les puede generar mucha angustia. Deben anticiparles que luego que terminen con sus actividades (jugar, escuchar cuentos, cantar canciones, etc) los vendrán a buscar. De a poco esta rutina la incorporarán de manera natural.
No existen recetas mágicas, ni consejos infalibles. Cada niño es único y cada uno tiene su tiempo en esta adaptación, pero donde sí es importante coincidir, es en que la manera en qué acompañemos a nuestros niños, será fundamental para lograr un desapego positivo tanto para ellos como para los padres.
Nada garantiza que no lloren, y ni que esta etapa no les provoque miedo, pero depende de los adultos cómo resuelven los niños sus etapas de crecimiento, y si es de la mano confiada y segura de los padres, siempre será más fácil.