Parece ser que la pandemia puso al descubierto muchas decisiones amorosas, tomando elecciones importantes en la medida que la situación las fue llevando.
Muchas mujeres optaron por separarse de sus parejas de años, otras se encontraron solas sin interés de conocer a nadie, sin querer interactuar bajo ninguna red amorosa, otras abrieron su corazón a amores a la distancia, otras reabrieron capítulos pendientes en sus vidas, y otras aún están en la búsqueda personal donde el único amor que están trabajando diariamente es el propio.
La vida misma nos ofrece cada despertar una oportunidad de cómo elegir vivir tu historia amorosa, ya que la concentración más rumiante que repites de la misma replica en tu cabeza, los diálogos internos, las interpretaciones que haces al respecto, los miles de pensamientos que se te cruzan por tu mente.
Entonces en estos tiempos de grandes desafíos y cambios el AMOR es una medicina que puede inyectarnos esperanza, sacarnos una sonrisa y llenarnos de vida, la magia esta en donde colocas el faro de ese amor.
Si es una relación sana y te contagia ganas de superarte, te motiva a ser mejor de lo que ya eres, si hay una conexión donde el diálogo, la sexualidad y los proyectos están presentes, permítete disfrutarla ya que te estas regalando el mayor de los milagros del universo, no te preguntes como pasó, si esa persona será para siempre, disfruta este proceso, si está allí entre miles y miles de personas y justo está en tu vida, es que algo debes vivir y experimentar para tu evolución.
El amor puede comportarse infantil, adolescente y llegar a ser maduro con el tiempo, pero nunca incluye violencia de ningún tipo, tampoco incluye destrato, humillación, omisión y olvido, entonces el MOMENTO que estamos trascurriendo nos está enseñando a valorar EL TIEMPO.
Entonces úsalo a tu favor, no te despidas de este plano sin saborear el elixir del amor, no te conformes con menos, arriesga, toma atención donde tu mapa emocional siente paz y completitud, y si tu decisión es el AMOR PROPIO, amate de tal manera que cada mañana al despertar contagies esa energía a cada ser que te cruce en el camino, porque una vacuna podrá defendernos siempre de cualquier virus o bacteria pero solo el amor puede salvarnos del miedo, y ese amor vive en tu interior, encuéntralo, reconócelo y extiéndelo a quien lo consideres, pero nunca, nunca lo reprimas.