Otro mes que nos trae un nuevo viaje alucinante. Esta vez aterrizamos en tierras alemanas. En una ciudad medieval llamada Bremen. Aquí nació una de las personas más significativas en mi vida, mi hermana de intercambio cultural. Compartimos casa, familia por unos seis meses y fueron increíbles. Gracias a Erika, ese es su nombre, conocí esta ciudad la cual jamás había escuchado nombrar. Aún seguimos en contacto y esperamos volver a reencontrarnos pronto. Espero que a ustedes esta ciudad les guste tanto como a mí.
¿Listos para un viaje corto al medioevo alemán? Espero que sí!
Posiblemente muchos nunca escucharon hablar de Bremen por lo que nos ubicaremos en el mapa primero. Esta ciudad del noroeste alemán que forma parte de lo que se conoce como Estado de Bremen. Limita tanto al Norte, Sur, Este y Oeste con el Estado de Baja Sajonia, tiene una historia muy rica. Aunque no voy a entrar en detalles históricos que reconozco puede aburrir, les cuento que la ciudad o su nombre al menos fue mencionada por primera vez en el 782, edad media. La ciudad es importante entre otras cosas porque es el mismo Carlomagno quien funda el obispado de Bremen, lo que convierte a la ciudad en el centro de la cristianización de la Europa septentrional. Hecho bastante importante a tener en cuenta. Ahora sí, ya habiéndolos torturados con unas líneas sobre historia recorramos esos sitios de la ciudad que son un MUST en la visita.
Marktplatz
Nuestra primera parada será el Marktplatz. No sé alemán pero su nombre nos da una idea de lo que es. Si están pensando en un mercado o plaza, están en lo correcto. Es la plaza del mercado, ese espacio público generalmente cerca de los ayuntamientos o catedrales o edificios más importantes de la ciudad, donde en la antigüedad se establecían los famosos mercados, aquellos que tanto vemos en las películas de castillos, edad media etc. Hoy día son espacios públicos donde también en algunas fechas o fines de semana se arman mercados donde encontrar verduras frescas, pescado, en Francia por ejemplo los distintos quesos, es el espacio donde en muchas ciudades arman sus Mercados Navideños también. En este caso hablamos de una de las plazas públicas más antiguas de la ciudad. Allí encontraremos por ejemplo el ayuntamiento y la estatua de Rolando (de la cual hablaré líneas abajo), ambos considerados a partir del 2004 dentro de lo que se conoce como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Si bien se conoce como el corazón de la ciudad, actualmente sólo dos mercados se celebran en dicha plaza, el navideño y los anuales.
¿Qué podemos ver en esta plaza? Comencemos con el edificio del ayuntamiento, o en alemán rathaus. En mi opinión personal es uno de los edificios más pintorescos que he visitado. Tiene un diseño gótico de características bálticas. Construido a inicios del siglo XV, se podrán observar en su diseño varias figuras del tipo históricas donde encontraremos a Carlomagno, resaltando así el carácter de imperio en la historia de la ciudad. Una de las recomendaciones es visitar la Cámara Dorada o Güldenkammer así como también darle un vistazo a la famosa escalera caracol de la sala.
Rolando
La estatua de Rolando es otra atracción para ver y tomarse fotos. La primera estatua fue construida en madera y se incendió en 1366. Tras este hecho, se construyó una nueva en su reemplazo pero esta vez de piedra caliza. Está ubicada sobre un pedestal de 60 cm de alto, su espalda se encuentra sobre una columna que le hace de apoyo. Esta columna termina con una especie de temple muy característico de la Edad Media, con cuatro columnas que sostienen una cúpula.
Podrán observar que Rolando va armado con un escudo que lleva un águila bicéfala, ambos se alzan como recordatorio de la época imperial. Pero ¿quién es este famoso Rolando que merece una estatua de tal magnitud en esta ciudad? Pues según las historias que se transmiten de boca en boca, era sobrino de Carlomagno. Sus hazañas como comandante franco al servicio de la marca bretona, en la Batalla de Roncesvalles a manos de los vascones en el año 778 han sido recolectadas en poemas épicos alrededor del mundo. Seguramente si recorren otras ciudades del antiguo Sacro Imperio Romano Germánico descubrirán otras estatuas del mismo personaje ya que tiene un significado muy importante para el pueblo, es símbolo de los derechos de las ciudades. Me encanta esta estatua aunque admito que no me deja muy bien parada considerando que mido 1,57 metros. Pero la foto jamás puede faltar. Sinceramente creo que Rolando sigue cuidando de la ciudad con la mejor vista de todos.
Catedral de San Pedro
Una vez saludado al gran Rolando podemos ya dirigirnos hacia la Catedral de San Pedro. Al igual que muchas catedrales de ciudades europeas medievales, esta tiene una historia de incendios, destrucción y reconstrucción hasta como se la conoce hoy en día. La misma ha sido construida en etapas entre los siglos XI y XVI. Es una catedral que ha tenido con el paso del tiempo una combinación de estilos. Por ejemplo se reconstruyó la planta basilical de pilares con arcos al estilo romántico. Más tarde y siguiendo la tendencia del resto del continente europeo, la catedral fue remodelada con detalles de la arquitectura gótica del momento. Si prestan atención a las catedrales góticas o a la arquitectura gótica se caracteriza muchísimo por techos con bóvedas con nervaduras, algo que sí encontrarán en la Catedral de San Pedro. Lo que amo de algunas catedrales son las misas que se dan con órganos. La música es angelical realmente, y en este caso encontraremos cinco de ellos en diferentes partes de la catedral.
La historia de este monumento alemán es muy rica y algo enmarañada para poder explicarla en este artículo pero confío en que durante la visita, más allá de las famosas selfies, harán todas las preguntas necesarias para conocer más de esta hermosa catedral.
Schnoor
Luego de la plaza, nos dirigimos a Schnoor, el cual considero es el barrio más bonito de Bremen y además el más antiguo de la ciudad. Está ubicado en el casco histórico, durante la Edad Media era donde vivían artesanos y marineros (pescadores). Calles empedradas, estrechas, casas con fachadas coloridas, es un barrio del cual te vas a enamorar 100%. También encontrarás tiendas artesanales, muchas de ellas con larga tradición en la ciudad. No solo me deja sin palabras lo colorido del barrio sino que toparme con casas del siglo XV y XVI me llenan el corazón.
Cuando visito este tipo de ciudades, en especial este tipo de barrios suelo ponerme los auriculares, buscar en mi celular la App de reproducción de música y buscar por ejemplo “música medieval o música medieval alemana (en este caso)” y caminar mientras suenan melodías de la época o del lugar. Lo que hace que me traslade al siglo correspondiente y sentir el momento y el barrio de otra forma. Muy recomendable. Volviendo al presente, aconsejo que apagues el google maps, esconde el mapa que pidieron en la sección de información turística y déjate perder por las calles de la historia. Ah! Si sos de esos que le toman foto a todo, este es el barrio perfecto para eso.
Calle Böttcherstraße
Ahora dame unos minutos nada más de esta caminata y te llevo a una calle muy pintoresca que sólo tiene 100 metros para recorrer, pero que hay que visitar. Está ubicada en el casco histórico de la ciudad y es muy famosa en el mundo cultural. ¿Por qué razón es tan famosa? Te cuento, es debido a su particular arquitectura, esta pertenece a una variante del estilo expresionista. Al pasearte por la calle verás que muchas casas tienen el estilo que se conoce como expresionismo en ladrillo, traducido al criollo vas a ver muchísimo ladrillo, algo que no sabía que existía hasta que caminé por dicho lugar. Este nombre describe una variante de la arquitectura, que utiliza ladrillos, baldosas entre otros como el material más visible del edificio. Muy llamativo, y contrasta bastante con el resto del casco antiguo que mantiene una arquitectura medieval. Las edificaciones en esos 100 metros fueron construidas entre el 1922 y el 1931, pleno siglo XX, por lo que son bastante actuales.
El porqué de este tipo de construcción tan distinta al resto, se dice que la persona a quien se le ocurrió este proyecto quería reflejar en el tipo de edificación su conexión con el Nacional Socialismo, es decir construcción de alma y corazón alemán a diferencia del resto de la ciudad donde se denota un poco más la influencia romana. Personalmente creo que lo logró con creces, ya que esa calle te transporta a otro lugar.
LOS MÚSICOS DE BREMEN
Así como Rolando es una estatua de importancia en la ciudad, también lo es la estatua de los Músicos de Bremen, un cuento de los Hermanos Grimm, de Jacob Grimm. Brevemente y sin entrar en detalle, el cuento trata de tres animales que separadamente han llegado a cierta edad donde sus dueños consideran que ya no son de utilidad y piensan sacrificarlos. Esta es la razón por la cual un burro, un gallo, un gato y un perro deciden huir. En esta huida se encuentran los cuatro y deciden dirigirse a Bremen que es conocida por ser una ciudad abierta a los extranjeros, y donde podrían ser libres. Pero llega la noche y necesitan descansar. Encuentran una choza pero descubren que ya está ocupada por unos bandidos entonces, con la intención de asustarlos para alejarlos y poder ellos quedarse allí y descansar se suben uno arriba del otro: el burro, luego el perro, luego el gato y por último el gallo. Es así como comienzan cada uno a realizar los respectivos ruidos de cada especie y los ocupantes de la choza huyen espantados. Se dice que no se sabe si finalmente llegaron a Bremen o si prefirieron deambular compartiendo aventuras. Lo que sí sabemos es que si queremos cruzarnos con ellos, basta con acercarnos a la plaza de la ciudad de Bremen para encontrar una estatua ubicados tal cual lo hicieron para ahuyentar a los bandidos. Los locales cuentan que si tocas las patas delanteras del burro mientras pides un deseo, este se te cumple. Así que vamos todos a hacer fila a pedir deseos al burro.
Hasta aquí hemos repasado los puntos más importantes del casco histórico para visitar pero no quiero irme sin dejarles de mencionar algo que amé literalmente hablando.
MOLINO DE VIENTO
El Molino de Viento es uno de las construcciones emblemáticas de Bremen. Fue construido en 1898, puede ser visitado y además alberga un restaurante. En este mismo sitio se construyó el primer molino en el siglo XVII, pero el mismo se perdió debido a un incendio. Ubicado en el centro de la ciudad, el terreno que hoy ocupa era donde se levantaban las fortificaciones de la ciudad. Es una de las atracciones que más me gustan de la ciudad. Pintoresco, histórico y armonioso.
Claro que Bremen tiene museos, paseo de compras, parques y muchísimos más rinconcitos que descubrir y visitar pero eso se los dejo a ustedes y vuestra curiosidad.
Espero haberlos motivado a adentrarse a ciudades no tan conocidas en este país que tiene muchísimo por ofrecer y tanta historia por descubrir.
No se olviden de las fotos para el Instagram y hasta el próximo viaje.
NOTA: Fernanda Catanas @argentafotografia