Mucho se habla sobre nuestras islas Malvinas, un territorio que tuvo varias ocupaciones y forma parte de numerosas disputas diplomáticas y bélicas. Cabe preguntarse ¿Con qué objetivo tratándose de un lugar frío, inhóspito, improductivo?
Sencillamente porque tienen una gran importancia estratégico-militar, desde allí se puede ejercer un amplio control sobre los mares del sur y la Antártida. Siendo España la colonizadora de las Provincias Unidas del Río de la Plata a las que pertenecían las islas en cuestión, el 5 de abril de 1764 Francia las ocupa a través de una expedición encabezada por Louis Antoine de Bongainville.
El 12 de septiembre de 1764 Luis XV ratificó la ocupación, argumentando que habían sido descubiertas por un navegante de Saín Maló de donde proviene el nombre de “Maulinas”, que traducido al castellano significa “Malvinas”, España protestó enérgicamente por considerarlas parte de su territorio, luego de un extenso conflicto diplomático y diversas negociaciones, Francia reconoció y aceptó los derechos españoles y se las devolvió, las islas quedaron entonces a disposición de la capitanía de Buenos Aires. Entre 1739 y 1748 Gran Bretaña se enfrenta a España en lo que se llamó “guerra de asiento”, pero las Malvinas continuaron en poder español. Después de la revolución de 1810, declarada la Independencia del reino de España, todo el territorio con las islas incluidas pasan a pertenecer al país liberado.
Sin embargo, el 3 de enero de 1833 el irrespetuoso colonialismo inglés aparece con todo su vigor, ese día la corbeta “Clío” de la armada británica apoyada por otro buque de guerra, aprovechando su superioridad en número de hombres y capacidad de combate, exigió la rendición y retiro de las autoridades argentinas de las islas, para izar finalmente el pabellón inglés. El Comandante Oslow dejó encargado del territorio a un poblador de la Isla Soledad, hasta que en 1834 designan a un Oficial de la Armada a cargo del lugar. En 1841 el gobierno inglés tomó la decisión de “colonizar” las islas y designa al primer gobernador.
El resto de la historia es archí conocida, cientos de reclamos diplomáticos, protestas, la tristemente célebre guerra de Malvinas (abril de 1982), nada pudo torcer la caprichosa y prepotente ocupación de una parte de nuestro territorio por parte de los ingleses, en algunos casos apoyados por otros países que también tienen sus intereses estratégicos en el sector.
No olvidemos que mucho antes de 1982 se registra el acto patriótico del Gaucho Antonio Rivero queriendo recuperarlas con un puñado de hombres y a punta de tacuara ese mismo año de 1833, pero no fue nada más que una patriada que resolvieron rápidamente. Por eso cada 3 de enero se conmemora el acto de “usurpación” de nuestras islas Malvinas, que son argentinas por historia y geografía. No hay nada que festejar, pero sí mucho para no olvidar.