Fueron meses muy duros llenos de incertidumbre, miedos, pérdidas físicas y emocionales. Muchos en estas fiestas tendrán un integrante menos, o la bendición de sumar alguien nuevo.
Fue un año de múltiples aristas, podríamos analizarlo con diversas lupas, pero todas sincronizaron con el denominador común que todos pasamos por un encierro real que nos invitó hacer una sutil introspección.
El cerrar este año desde la paz, es una elección de pura consciencia.
Se puede haber ganado o perdido, lo que fuese pero hoy estás leyendo estas líneas, eso significa que aun tienes vida, estas en marcha para seguir hacia adelante.
Honrar la vida es soltar este año con una mirada hacia el cielo y agradecer el estar aún vivo, con la posibilidad de seguir cumpliendo un sueño, ayudando a quienes te necesitan de alma. Guardar en el corazón los recuerdos más bellos y sencillos que nunca morirán en tu alma.
Te invito a plantearte dos términos muy útiles en estos tiempos, el PERDÓN, y la GRATITUD.
Trata de hacer una pequeña lista de aquellas situaciones que te generan mucho peso emocional, puedes incluir personas con las cuales conservas una distancia o algún enojo, visualiza en una inspiración el perdón como la capacidad de vaciar tu alma de miles de limitaciones que solo te atan negativamente a esa experiencia y no te deja avanzar, inhala profundamente, lleva todo el aire hacia el abdomen como si inflaras un globo gigante de perdón y luego suelta con una exhalación prolongada todas esas emociones hacia el cielo, elimina todo el aire convertido en un color, el que visualices, déjate llevar por la experiencia.
Repítelo las veces que sea necesario, puedes mover tu cuerpo o sacudirte si sientes que el cuerpo lo necesita, liberar las emociones limitantes es sanador para nuestro cuerpo y nuestra alma.
Luego vuelves a tu centro de atención y llevas tus manos hacia el corazón y allí solo déjate guiar por el corazón y AGRADECES por todo lo más bello, bueno y más santo que te trascendió este año y también lo entregas con tu respiración hacia el cielo.
Luego te invito a que te quedes relajada contemplando como todo tu cuerpo percibe ese estado de absoluta paz y desde ese pequeño y sencillo ejercicio te propones cerrar tu año.