Los seres humanos vivimos en una línea del tiempo que consta de tres tiempos pasado, presente y futuro, puede ser que manifestemos algún conflicto o malestar con algunos de ellos. En esta oportunidad tratare el pasado, escuchando que muchos de los traumas presentes o causa de sufrimiento se deben a no soltar situaciones pasadas.
El aferrarse con firmeza a una experiencia pasada no te deja avanzar y disfrutar plenamente el presente, te mantiene en un estado de tu vida ya vivido sin capacidad de modificar nada en esa etapa, todo lo que puedes intervenir a tu favor va a depender de la voluntad de cambio y de una consciencia plena, con la motivación de dejar de sentir la carga y el peso de un pasado que ya paso y que debes aprender a contemplarlo con compasión pero sin drama y sufrimiento, reconocer que es parte de tu historia y te pertenece.
Soltar no es símbolo de perder o de frustración es abrir nuestra alma y dejar llegar todo lo nuevo, que está esperando por nosotros en la medida en que estamos abiertos a recibir cada experiencia nueva.
Negar tampoco es la solución para aprender a soltar nuestro pasado, la idea es integrarlo como parte de nuestra historia personal, reconociendo los errores y soltando las culpas, liberarnos de ataduras emocionales y mentales creadas por nosotros mismos, dejar de hacer permanentemente juicios de valor acerca de lo que nos toco vivir.
El pasado es eso, un estado ya vivido, ya caminado, con el conocimiento que tenias en ese momento, es bueno aprender del mismo desarrollar la prudencia para no repetir viejas pautas emocionales y darle lugar a la fe de que el presente es la oportunidad de cambiar todo aquello que genera ruido interno, y a la vez creando al mismo tiempo un pasado mas salugénico.
Si vives tu presente basado en el desarrollo en los buenos valores y aquellos que tienen más afinidad con tu personalidad podrás ir construyendo una historia colmada de un pasado consciente.
Dejar, cortar y terminar situaciones que ya no te suman es un acto de generosidad hacia vos mismo, encenderte en la creatividad de nuevos caminos y animarte a cruzar la puerta del miedo. Cuando estás dispuesto a ayudarte y sientes que lo que llevas es una carga es hora de soltar.