La capital y la ciudad más poblada de Dinamarca posee diferentes áreas con características muy definidas, desde la turística zona del centro con la peatonal Stroget como calle vertebradora de la ciudad, hasta el residencial Osterbro, pasando por el multicultural y alternativo barrio de Norrebro o los pueblos situados al Norte de Copenhague, pequeñas excursiones ideales para quien se decide a viajar a la capital danesa.
Centro de Copenhague
La city reúne la mayor parte de las atracciones turísticas para ver, podemos delimitar lo que llamamos el centro en una zona de alrededor de cuatro kilómetros de este a oeste y dos de norte a sur aproximadamente. Va desde la Estación Central de Ferrocarril– límite oeste- hasta la estatua de la Sirenita y el Kastellet– al este-, y desde la zona de los Lagos en el norte, hasta el barrio de Christianshavn en el sur.
Estación Central de Ferrocarril y los Jardines Tívoli
Comenzando por el oeste, llegamos a la Estación Central de Ferrocarril de Copenhague (conocida como Kobenhavn H), que es un bonito edificio en el que lo que más destaca es la decoración y las vigas de madera de los techos del vestíbulo central. La estación es el punto de referencia principal de los ferrocarriles daneses, ya que de ella parten todos los trenes nacionales e internacionales, los regionales de la isla de Zelanda y los S-Tog de cercanías.
Después de salir de la estación, al otro lado de la calle se encuentra una de las principales atracciones: los Jardines Tívoli. Se trata de un parque de atracciones, situado en el corazón de la ciudad, con más de 170 años de vida y una gran tradición. El Tívoli es una combinación de elementos de ocio para todos los gustos, allí se pueden encontrar pequeños teatros y auditorios, en los que, durante los meses de apertura del parque, hay representaciones culturales de todo tipo y para todos los públicos; además de jardines por los que pasear y zonas en las que sentarse a la orilla de un pequeño lago; y las atracciones propias de cualquier parque como montañas rusas o calesitas el parque posee también varios restaurantes desde los que se puede disfrutar de la iluminación nocturna o la vista de las atracciones.
Rådhuspladsen y Strøget, el corazón de Copenhague
A la salida del Tívoli se encuentra Rådhuspladsen, la Plaza del Ayuntamiento, que es el centro neurálgico de la ciudad. El edificio alrededor del que se organiza todo es el Ayuntamiento, que bien merece una visita por dentro y, para el que tenga ganas de ver una buena vista, una subida a su torre en una de las visitas guiadas que se organizan.
Desde la Plaza del Ayuntamiento, el mejor camino que se puede seguir es la Strøget, la calle peatonal del centro de la ciudad que se prolonga hasta Kongens Nytorv, donde están el Teatro Real y Nyhavn.
La Strøget es la gran calle comercial de Copenhague y, a su alrededor, se mueve gran parte de la vida de la ciudad, entre Nytorv y Højbro Plads, se convierte durante la tarde y la noche en un improvisado escenario para los más diversos espectáculos callejeros. También en esta calle se pueden encontrar las tiendas más exclusivas de la ciudad, como las sucursales de las grandes cadenas de ropa europeas.
Kongens Nytorv y Nyhavn
Al final de la calle peatonal aparece Kongens Nytorv, una plaza en la que se juntan varios edificios y que supone el centro del recorrido turístico de la ciudad. En ella están el teatro más antiguo y famoso de la capital danesa el Teatro Real, la sede de la Agencia Europea del Medio Ambiente, los elegantes edificios del Hotel D´Anglaterre o los almacenes Magasin.
Nyhavn, el Puerto Nuevo (o viejo si ignoramos la traducción), es un canal y paseo marítimo. Se extiende desde Kongens Nytorv hasta el puerto. Tiene pequeños hoteles y edificios de colores brillantes de los siglos XVII y comienzos del XVIII, bares, cafeterías y restaurantes.
Palacio Amalienborg y la Sirenita
Desde Nyhavn apenas hay diez minutos de caminata hasta el Palacio Amalienborg, la residencia donde vive la Familia Real danesa. Está situado en una plaza con una estructura simétrica y que está custodiada por los típicos guardianes daneses del gorro de piel alto.
Si se sigue un poco más hacia el este -alrededor de un kilómetro- aparecerá la famosa estatua de bronce de la Sirenita que todo el que pase por Copenhague no puede dejar de ver aunque luego quede un poco decepcionado por su reducido tamaño. Durante el paseo, podrá ver el museo de la Resistencia, inconfundible con su vehículo militar a la puerta, y la zona del Kastellet, una antigua fortaleza militar por la que hoy en día se puede pasear tranquilamente.
Otros lugares que ver en el centro de Copenhague
Uno de ellos es el Castillo de Rosenborg y los jardines que lo rodean. El castillo en sí es bastante pequeño y alberga únicamente una exposición de joyas de la corona, pero los jardines, pese a no ser demasiado amplios son un espectáculo en el centro de la ciudad.
A cinco minutos pie desde el castillo está también el Jardín Botánico, con unos jardines muy agradables y un invernadero central digno de visitar.
Cerca de la zona del Parlamento, merece una visita la Biblioteca Nacional. El edificio tiene dos partes: una antigua, muy tradicional, de ladrillo; y una ampliación de la década de los 90 a la que se conoce como El Diamante Negro y destaca por sus formas y sus cristales junto al canal principal de la ciudad. Por la zona están también situados los dos museos más importantes, el Museo Nacional (alberga el carro solar) y la Gliptoteca Carlsberg (alberga una gran colección de momias egipcias).
Christianshavn y Christiania
También conviene visitar, al otro lado del canal principal, el barrio de Christianshavn, donde es especialmente interesante el canal que atraviesa una de sus calles principales. La zona esconde, además, uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad: Christiania.
Christiania es una zona alternativa dentro de la ciudad de Copenhague. Nació en los años 60, sus habitantes son hippies y consiguen mantener un ritmo de vida ajeno completamente al del resto de la ciudad dentro de la zona. No pagan impuestos y no tienen una autoridad determinada. En este lugar se pueden encontrar interesantes cafés e, incluso, un par de clubes como el Loppen o el Opera, en los que se puede bailar hasta altas horas de la noche o escuchar conciertos.