Para ellos no existen las horas, los días, los tiempos, no hay veranos, ni inviernos, ni sol ni lluvia, es igual un guadal que el fango, para ellos solo existe la férrea vocación de servicio por la salud y la vida, que sorteando todos los obstáculos imaginados, casi siempre sin remuneraciones considerables, con altruismo y humildad cruzan los campos, los ríos, las montañas para servir a sus semejantes, son los médicos rurales. Esos que devuelven a la vida y a las universidades el prestigio de una obra silenciosa que muy pocos reconocen. Uno de su más encumbrados representantes fue el Doctor
Esteban Laureano Maradona en cuyo homenaje, recordando la fecha de su natalicio, se declaró mediante ley Nº 25.448 al 4 de Julio “Día del médico rural”. Efectivamente, el Dr. Maradona nació el 4 de julio de 1895 en Esperanza provincia de Santa Fe, en 1926 se graduó como médico en la Universidad de Buenos Aires con diploma de honor. Fue médico rural, naturalista, escritor y filántropo, autor de obras científicas relacionadas a la antropología, flora y fauna, desarrolló su labor profesional durante más de 50 años en Estanislao del Campo pequeña localidad en la provincia de Formosa.
Dedicó su vida a la atención de los más humildes y a las comunidades indígenas como los Tobas, Matacos, Moscoví y Pílagas, incorporó y estudio parte de la medicina indígena en lo que él resumió como “Mi vida es un eterno aprendizaje”. Su altruismo y humildad le valió el reconocimiento de esos pueblos postergados que lo llamaron “El médico de los pobres”.
Entre sus mayores aportes construyó una colonia para los enfermos de lepra y fundó la primera escuela bilingüe, que educaba a los aborígenes en su lengua madre. El doctor Maradona fue autor de numerosos libros como “A través de la selva”, “Recuerdos campesinos”, “Una planta providencial”, “Animales cuadrúpedos americanos”, “Aves”, “Historia de los obreros de las ciencias naturales”, “El problema de la lepra” entre otros. Fue un gran defensor de los más necesitados con su labor solidaria y desinteresada, denunció la injusticia sobre los pueblos originarios, quienes lo llamaban “Doctorcito Dios”, “El doctor cataplasma”, “Doctorcito Esteban” y “El médico de los pobres” con la devoción y gratitud de sus humildes pacientes.
Al dictarse la ley que determina el 4 de Julio como el “Día Nacional del médico rural” considerando la fecha de su nacimiento, el Senado de la nación en un párrafo resolutivo señala en referencia al Dr. Maradona “En recuerdo de su vida ejemplar, que se une a la de todos los médicos rurales argentinos cuyas historias anónimas nos esconden sus nombres y sus desvelos”.
El Doctor Esteban Laureano Maradona falleció en Rosario provincia de Santa Fe el 14 de enero de 1995 a los 99 años de edad. Poco antes había escrito “Si algún asomo de mérito me asiste en el desempeño de mi profesión, éste es bien limitado, yo no hice más que cumplir con el clásico juramento hipocrático de hacer el bien a mis semejantes. Muchas veces se ha dicho que vivir en austeridad, humildad y solidariamente, es renunciar a uno mismo, en realidad eso es realizarse íntegramente como hombre, en la dimensión magnífica para la cual fue creado”.