El prestigioso dibujante Eduardo Risso dialogó a solas desde Rosario con nosotros recordando sus comienzos en “100 Balas” y “Batman”. Además nos cuenta en qué se encuentra trabajando en este momento.
¿Cómo fueron tus comienzos como dibujante?
El comienzo no lo recuerdo como difícil, de hecho, después de terminar el colegio secundario y haber decidido hacer de esto mi profesión, procuré un lugar de aprendizaje en el dibujo en la ciudad más cercana a mi pequeño pueblo. Luego de un año infructuoso en Rosario decidí marchar hacia Buenos Aires donde las editoriales grandes tenían sede. Pasaron un par de años entre asistente a dibujante profesional y trabajaba media jornada en cualquier cosa que me permitía la supervivencia, pero obtuve mi oportunidad en Editorial Columba, una de las más importantes en aquel momento.
¿Quiénes fueron tus grandes referentes?
Alberto Breccia, Mandrafina, Muñoz, Moebius y muchos más. De todos trataba de tomar lo mejor que me ayude a darle soluciones a mis trazos.
¿En qué momento te sentiste atraído por el dibujo?
Mi afición por las historietas comenzó en mi niñez y antes de comenzar mi etapa escolar.
Descubrí las revistas de ese género en casa de una vecina, al principio no las podía leer, pero me sentía sumamente atraído por los dibujos. El paso siguiente y natural a la lectura de ellos fue querer copiar lo que veía para luego elaborar unas historias muy elementales. Fue durante el transcurso del colegio secundario que me decidí en transformarlo en una profesión.
¿Cómo fue el trabajo en 100 Balas con Azzarello?
A pesar de haber sido la serie más larga fue la que más respeto y reconocimiento me ha dado. Con Azzarello llegamos a conformar un equipo bien aceitado. Sabe ocupar su espacio y dejarle al artista el suyo, sabe que estamos haciendo historietas y no pretende más.
¿Cómo surgió la posibilidad de hacer 100 Balas?
En aquel momento yo estaba trabajando para Dark Horse y recibo la noticia de parte de un colega amigo que el editor de Vértigo estaba interesado en contactarme. En un encuentro me hace saber que veía mi estilo para esta historia, que solo estaba en proyecto y que iba a ser el mismo Azzarello (Azz) quien decidiera el dibujante. Debía competir con otros. El editor me pidió unas pruebas que luego pasaría a Azz vía fax junto al resto. Creo que tuve la suerte de haber sido el primero en ser visto porque el mismo Azz cuenta que al ver la primera de mis páginas cogió el teléfono y le dio el visto bueno.
¿En qué te encontrás trabajando en este momento?
Acabo de terminar una miniserie de Hit Girl -personaje creado por Mark Miller- y estoy llevando adelante el segundo libro de Torpedo 1972 con guion de Enrique Sánchez Abulí y el tercero de Moonshine junto a Azzarello. Con esos dos proyectos tengo el futuro cercano bastante ocupado.
¿Cómo recordás tu paso por Batman?
Ningún personaje del mundo de los Superhéroes me llena y Batman fue consecuencia de nuestra intención de captar lectores para 100 Balas. No fue sino en el último trabajo de Batman – Flashpoint: Knight of Vengeance que lo pude disfrutar y creo que fue porque es un guión diferente, inteligente y no lo que suele verse en la mayoría de las historias de superhéroes que para mí son comparables a las telenovelas: Se sabe desde el principio como van a terminar, cobra relevancia su desarrollo. En esta historia el desarrollo es muy interesante y el final totalmente imprevisible. Más allá de eso, en las historias previas disfruté con algunos personajes secundarios.