Vivimos en un mundo en permanente cambio y evolución, en donde la educación no debe quedar ajena a esta necesidad. Si bien, todavía son evidentes algunas carencias en los procesos curriculares actuales con respecto a esta temática, es indiscutible que se están realizando numerosos esfuerzos por conseguir superarlas.
La escuela tradicional, en muchos casos aún vigente, está dirigida a fomentar la competencia y el consumo en lugar de la colaboración y la preservación del entorno, por lo que la Educación para la Sustentabilidad se torna indispensable para lograr una sociedad empática y con visión de futuro.
La UNESCO (2006) define la Educación para la Sustentabilidad como “el proceso para aprender a tomar decisiones que consideren el futuro a largo plazo de la economía, la ecología y la equidad de todas las comunidades”.
En el marco de la educación formal, dicho proceso puede lograrse mediante el desarrollo de las competencias propias del siglo XXI y el trabajo interdisciplinario para poder poner en práctica los saberes adquiridos. De esta manera la escuela, se transforma en generadora de prácticas sustentables y conciencia colectiva de cuidado y preservación que benefician a los actuales involucrados, dejando un alto impacto positivo en generaciones futuras.
El desafío educativo entonces, está en encontrar estrategias pedagógicas que fomenten el pensamiento crítico y reflexivo, el trabajo colaborativo, el valor por la diversidad y la tolerancia y el respeto, no solo por el otro, sino por el entorno y sus requerimientos. Así, cobra mayor importancia el vínculo entre la escuela y la comunidad, donde se deben sentar las bases para generar espacios de diálogos y reflexión para llevar a cabo acciones en conjunto que involucren a los niños y jóvenes, sobre el futuro ambiental, social y cultural de su comunidad, y así ser partes real de la construcción y fortalecimiento de una sociedad participativa y responsable.
La diferencia entre lo que hacemos y lo que somos capaces de hacer, bastaría para solucionar la mayoría de los problemas del mundo.»- Gandhi
El futuro de la sociedad se comienza a gestar hoy y es responsabilidad de todos trabajar para ello, por eso la escuela debe ocuparse de despertar en los niños y jóvenes la responsabilidad a futuro con una mirada basada en el respeto, la participación y la tolerancia.