Ustedes se preguntarán porque escribo sobre este tema, en una revista casi exclusiva de moda dedicado preferentemente al género femenino, es que la historia es un arte que narra los hechos del pasado que influyeron en los destinos de la humanidad, los cuales no observan fronteras, géneros, razas o religiones, simplemente se transmiten por cualquier medio para conocimiento general.
No estoy para juzgar ideologías ni preferencias políticas, sino para narrar los hechos reales que conforman nuestra historia nacional. Hecha estas aclaraciones, diremos que Juan Facundo Quiroga apodado “El Tigre de los Llanos” hijo de José Prudencio y Juana Rosa de Argañaraz, nació el 27 de noviembre de 1788 en San Antonio (La Rioja), convirtiéndose en un importante “Caudillo” en una época de divisiones políticas, con grandes luchas entre las provincias argentinas por espacios territoriales o de poder.
Quiroga con el grado de Brigadier General pertenecía al Partido Federal encabezado por Juan Manuel de Rosas. Considerado como uno de “Los señores de la guerra” participó en las montoneras y fue designado jefe de las milicias con el grado de Capitán, con lo cual luchó por la independencia primero contra los españoles y luego durante la división de las provincias, contra los unitarios que abogaban por el liberalismo. En 1817 se casó con Dolores Fernández con quien tuvo cinco hijos. El 7 de febrero de 1819 estando preso en San Luis por haber desertado del ejército, un grupo de españoles encarcelados por el General José de San Martín se amotinó, dicen que Quiroga recuperó el penal matando a catorce de ellos, por lo que fue liberado, perdonado y condecorado.
Fue gobernador provisional de La Rioja entre el 28 de mayo y el 22 de julio de 1823. En 1826 venció a los unitarios en El Tala y El Rincón, pero al pretender tomar Córdoba fue derrotado por José María Paz en los combates de La Tablada y Oncativo. En noviembre de 1834 se desató un conflicto entre Pablo Latorre gobernador de Salta y Alejandro Heredia de Tucumán, Quiroga es enviado como mediador, partió de Buenos Aires el 16 de diciembre de 1834, pero al llegar a Santiago del Estero se enteró que Latorre había sido derrotado y muerto el 29 de diciembre. Del 3 al 6 de enero de 1835 se reunió con Juan Ibarra gobernador santiagueño y el tucumano Heredia para reconocer al nuevo gobierno salteño. Al emprender el regreso fue advertido que una partida lo esperaría en la provincia de Córdoba para asesinarlo, Quiroga respondió con soberbia “A una orden mía se pondrán a mi servicio”.
El 15 de febrero de 1835 ingresó a la provincia haciendo noche en la posta de Intihuasi, en la madrugada del 16 de febrero retomó el viaje y a las 11 de la mañana en el solitario camino de Barranca Yaco, una partida armada detuvo el carruaje, Quiroga se asomó por la ventana y al percatarse de lo que ocurría intentó tomar su pistola, pero un disparo le ingreso por el ojo izquierdo y le atravesó la cabeza mientras otro lo apuñaló en la garganta, mataron a todos porque la consigna era no dejar testigos, sin embargo, dos que viajaban retrasados vieron todo lo ocurrido e identificaron a José Santos Pérez un sicario contratado por los hermanos José Vicente Reinafé gobernador de Córdoba que odiaba a Quiroga y su hermano Guillermo Reinafé a quienes se les atribuyó la autoría intelectual de la matanza. El 25 de octubre de 1837 fueron fusilados en la plaza principal (Hoy de Mayo) y significó la suma de todos los poderes por parte de Juan Manuel de Rosas que encabezó una dictadura tratando de reorganizar el país.
Por lo tanto, el 16 de febrero se conmemora el 186 aniversario del asesinato de Juan Facundo Quiroga, que cambió la historia política del país.