Cuántas veces de niña recuerdas que te han hecho silenciar, cuando según otros, exagerabas algo que hacías sumamente bien. Cuántas veces saltabas de alegría por sentirte una genia en algún aspecto de tu vida y te lo minimizaron o lo que es peor te lo invisibilizaron.
Los años pasaron y muchas crecimos con implantes de no reconocer nuestros grandes dones porque otro no pudo verlo o no tuvo el tiempo en observarnos. Pero sin juicios por esos tiempos, y soltando todo resentir, vamos a centrarnos en los que hoy nos interesa, el HOY!
¿Te reconoces en tu grandeza? ¿Sabes cuáles son tus mayores y mejores dones, habilidades o fortalezas?
Si no puedes verlo a simple vista te propongo que traigas a tu mente lo que haces con mucha facilidad y te divierte al hacerlo. Donde no te requiere mucho esfuerzo y donde el tiempo te pasa volando.
Es altamente un mimo al alma el que puedas reconocerte para lo que eres realmente muy buena.
Demasiado tiempo se pierde en observar los errores y las carencias, muy poco se invierte en reconocernos!
Y si hoy es la oportunidad de verte de un modo distinto y resaltar toda tu grandiosidad, y si hoy te propones hablarte bonito, conectar con aquello que mejor te sale y lo expandes al mundo.
La humildad es un acto de gran generosidad a uno mismo y el mundo entero, pero no confundas humildad con minimizar tu potencial, se humilde con tu grandeza, haz brillar tu Don y festeja tus logros. No dejes de mirar todo lo positivo que impactan tus acciones en este mundo porque a otro le moleste.
La humildad es también reconocerse bueno y estar en la permisión neutra de ser el ser que eres. Mientras actúes de modo genuino a tu interno, tus dones resaltarán naturalmente y festejar internamente siempre aumenta y eleva el nivel de vibración de tu ser.
Siempre reconócete en todos tus estados, pero cuando tu grandeza interna te hable, escúchala, es el eco de tu alma diciéndote lo estás haciendo muy bien.