Alma Mía está presente en una nueva edición para comentarles un poco sobre los espejos decorativos.
Estos espejos están siempre que entramos a alguna casa, negocio o edificio.
Es un producto que nació en el siglo XVI y sigue vigente hasta el día de hoy en muchos diseños, formas, tamaños, colores y materiales, hasta con luces a su alrededor y triunfa en los mercados generando nuevas modas.
Particularmente estos objetos decorativos que ofrecemos están hechos en tejido macramé con hilo de yute natural o algodón, su tejido artesanal llega a formar una “estrella” con puntas infinitas generando una atracción para aquellos que lo miran.
Estos espejos pueden ser de diferentes tamaños y medidas que diseñamos a gusto del cliente.
Muchos prefieren varios espejos chiquitos para decorar esa pared vacía y apagada, aunque otros llevan los más grandes (con diámetro de hasta 60 cm totales) para colocarlo en habitaciones, baños, rincones, etc.
Sus diseños pueden ser “despeinados” o “peinados”.
El espejo “peinado” tienen un proceso extra que se trata de barnizar los flecos que caen para endurecer su forma y puedan ser resistentes a ciertas variantes como la humedad. Este diseño expresa más seriedad y formalidad al lugar para que se encuentre todo prolijo y en orden.
Por otro lado el despeinado cautiva la imagen de sus flecos desorientados. Estos pueden apuntar hacia arriba o hacia abajo, dando una impresión desprolija y más rústica al lugar.
Recomendamos como siempre animarlos a este cambio y poder salir del espejo común a uno artesanal con tejidos llamativos.
Espero que les haya gustado la nota y nos estaremos encontrando en otra edición.
Nota: Emilia García @almamiabymaria