Comunidad, muy feliz abril para todos. Este mes quiero viajar a un lugar que si no es el paraíso en la Tierra entonces no sé qué es. Ser mitad española, mitad portuguesa ha sido ventajoso, tengo familia en muchas hermosas ciudades y países, uno de estos últimos es Brasil. Viajo desde pequeña, he pasado gran parte de mi vida en el país vecino, algo que amé y agradezco. Este gran país es mucho más que Río de Janeiro, San Pablo o Florianópolis, conocer Brasil significa adentrarse en sitios que nadie más conoce o se imagina. Particularmente uno de mis lugares favoritos era Ubatuba hasta que todo cambió en mi último viaje. Tomé un crucero que salió desde Buenos Aires y me llevó a un lugar de Brasil que no conocía… la sensación al bajar fue de estar en una isla de piratas. Inmediatamente al bajar del crucero para saltar a la lancha me encontré con un paisaje de ensueño. De lejos, parte de la ciudad donde asomaba un pequeño muelle, cocoteros por doquier, colores intensos amarillos, azules, agua cristalina, geografía montañosa en fin quedé maravillada. Es ahí donde quiero llevarlos este mes, Ilhabela, donde me encontré con Jack Sparrow.
Ilhabela, que en español significa Isla Bella, es uno de esos lugares que uno suele descubrir por casualidad. También se la conoce como São Sebastião. Tantos viajes desde que nací y fue recién en el 2009 cuando descubrí este mágico lugar. Pero vamos a ubicarnos un poquito para no perder el norte, está situado en la costa norte del Estado de São Paulo en la región de Caraguatatuba. Se encuentra de la capital por autopista a 215 kms. de distancia y a 140 kms. de la frontera con el estado de Rio de Janeiro y se encuentra bañada por el Océano Atlántico. Tiene un clima cálido y húmedo. Bastante húmedo diría yo y para tener en cuenta muchísimos mosquitos. Con una geografía montañosa, encontraremos allí picos altísimos como el de San Sebastián de 1.379 metros o el Morro Papagaio con 1.307 metros entre otros.
Otra de las atracciones naturales que tiene para visitar esta hermosa isla brasileña son sus cascadas naturales. Pues, vamos por los lugares que no deben perderse si están de visita por la isla. Este es un destino para descansar, disfrutar del sol y la naturaleza.
Empecemos por el Casco Histórico
Llegué a la ciudad en mi luna de miel, fue una de las paradas del crucero. Como dije no la conocía y me enamoré. No estás en el caribe pero lo parece. Su centro es tranquilo, pequeño y colorido. Encontrarán algunas construcciones con mucha historia como por ejemplo la Igreja Matriz Nossa Senhora D´Ajuda del año 1806. Así como también la Antigua Cárcel y el Ayuntamiento. Edificios de importancia histórica de la ciudad y de Brasil. La Iglesia con su fachada blanca y azul, está ubicada en una pequeña colina. Al entrar en ella se descubre la belleza de una arquitectura del tipo isleño muy bonita y cálida.
Encontrarán en el casco histórico muchísimos locales en donde degustar la comida típica de Brasil, y de la isla. En mi caso particular soy fanática del salmón y del arroz por lo que tuvimos que hacer una parada técnica para almorzar un poquito de pescado y feijoada. Ah! sí y no olvidemos una rica cervecita. Es una ciudad súper accesible en cuanto a precios. A veces uno piensa que por el tema turismo quizá los precios sean un poco altos pero no es el caso. Recuerdo haberme cruzado con el Capitán Sparrow cerca del centro de la ciudad. Sí! también me tomé una foto, no podía faltarme.
Si deciden echarse a andar por la isla, quiero recomendarles una visita rápida a la exposición de Gilmar Pinna. Sus esculturas están hechas de acero inoxidable y son realmente impresionantes. El arte es free, suelen estar exhibidas en espacios públicos lo cual lo hace aún mucho mejor.
Supongo que quienes han ido a Brasil saben que sus aguas, cuanto más al norte vayas, más templadas y cálidas son. En total Ilhabela tiene 41 playas. Dependerá de ustedes elegir la que más les agrade.
Comencemos con Praia do Barreiro. Es una playa tranquila, principalmente frecuentada por quienes tienen casa de veraneo ahí o por los turistas que alquilan allí los airbnb o similares. Si quieren una playa donde se respire paz esa es la indicada. ¿Por qué digo esto? porque más allá de su arena blanca y plana rodeada de cocoteros; es una playa que no tiene infraestructura del tipo bares y restaurantes. Quizá sea un punto negativo para muchos, pero no para quien les escribe ya que busco siempre la mayor paz posible. En caso de que decidan darse una vuelta estaría bueno que se llevaran para hacerse un picnic playero por si las dudas tienen hambre. También es una playa apta para deportes acuáticos. ¿Quién se suma?
Otras de las playas que llama la atención de los visitantes es Praia de Santa Tereza. Se encontrarán con una playa arbolada a lo largo de toda su costa así como barcos coloridos anclados en su orilla. Algo que gusta mucho a los visitantes. Podría decirse que es una playa de pescadores pero no luce para nada como las típicas zonas de pesca, que generalmente están sucias y llenas de redes, este no es el caso. Es un lugar que recomiendo si les gustan las fotos de las puestas del sol. Entre la vegetación, su arena blanca y sus embarcaciones coloridas ancladas en la orilla, te encontrarás con un ambiente ideal para la foto perfecta. Si te gusta cocinar y además son fan del pescado fresco, qué mejor lugar para conseguirlo que en esta playa, pescado fresco todos los días del año.
Vamos a dejar de lado las playas por unos minutos y aventurarnos a lo verde. Sí te gusta el senderismo te menciono acá las rutas que podés tomar:
–Cachoeira do Paquetá. La ruta es corta pero fácil tiene una de las mejores vistas por momentos el tramo se hace un poco empinado pero no ofrece mayores dificultades.
–Trilha do pico do Baepi. A diferencia de la ruta anterior esta no es tan sencilla, ya que tiene una gran elevación. De igual forma no sólo es una de las rutas más frecuentadas por los turistas sino que además aquí también nos encontramos con vistas espectaculares. Son lugares para luego de una larga caminata sentarse y descansar apreciando la naturaleza que rodea a la Isla.
–Cachoeira do Veloso. Esta ruta también es una de las más requeridas por el turismo. Recordarles antes de que me olvide que estos son lugares que merecen fotos hasta panorámicas. Aquí nos encontramos con que el río se bifurca de tal manera que crea tres saltos o cascadas. El acceso a las mismas puede pasar de fácil a difícil dependiendo de que salto quieras visitar. Para llegar al salto con el recorrido más fácil, hace falta caminar aproximadamente unos 35 minutos. Una vez allí existe la posibilidad de sentarse en una ubicación privilegiada para quedar entre la pared rocosa y el salto. El ruido de la cascada es altamente reconfortante. Los invito a intentarlo.
Ahora si queremos un poco más de dificultad en nuestra ruta de senderismo mejor entonces dirigirse a las otras dos cascadas que requieren una caminata de aproximadamente 40 minutos. En este caso el camino puede ser un poco más complicado debido a lo empinado del terreno, y a la naturaleza misma. Existe la posibilidad de que en algunos tramos para poder subir deban agarrarse fuerte de las raíces de la vegetación existente en el lugar. Aun así la vista desde aquellas alturas vale el esfuerzo. Si son adictos a la aventura, la naturaleza y las grandes vistas esto no deben perdérselo.
La isla es una mezcla de historia, ciudad pirata, arena clara y mucha naturaleza. Existen alrededor de 360 saltos (cascadas) en la isla los cuales claramente no voy a nombrar pero merece la pena ser visitados al menos aquellos que son accesibles.
Realmente es una isla llena de encanto, donde poder relajarse y disfrutar de unas grandes playas, comida sabrosa, gente amigable, y naturaleza al 100 por ciento.
Considero que es una buena opción para incorporar a nuestra lista de destinos brasileños. Si no la conocían entonces, bienvenidos a Ilhabela y si ya la conocían que bueno tenerlos de vuelta.
Como siempre les dejo una parte de mí en cada nota. No se olviden la bikini y el short de baño, el protector solar, y la ropa de senderismo. ¿Cuántas maravillas en una sola isla? ¿No lo creen?
Espero disfruten del paseo y nos estamos viendo en el próximo viaje!
NOTA: Fernanda Catanas @argentafotografia para Revista Brooke