El estilo Nórdico, espacios depurados, luminosos, que invitan al relax y al confort, nos seduce desde la decoración por su funcionalidad y minimalismo. Hoy es el turno del placard, la moda se enamora de este estilo, que aúna a la perfección comodidad y elegancia.
Simple, sencillo, básico, palabras esenciales en el diccionario del Scandy Style, como también se lo llama, distan mucho de ser sinónimo de aburrido.
Claves para conseguirlo:
Es un estilo que podemos incorporar con facilidad. La paleta de colores se basa en los neutros, con un poco de negro, azul y colores tierra. A estos tonos sobrios sumamos prendas de líneas depuradas.
Crea tus looks con superposiciones, vestir en capas lo hace además ideal para esta temporada. Pantalones al tobillo y calzado cómodo, ballerinas, sleppers y zapatos de inspiración masculina. Las zapatillas a la cabeza, blancas encabezando la lista.
Vestidos fluidos y blazers no pueden faltar. El jean y el total denim look son de la partida. El estampado a rayas, muy relacionado al estilo francés también es parte del guardarropa nórdico.
Los básicos se vuelven protagonistas y se suman a prendas deportivas que se combinan en looks más formales. Un poco andrógino, pero sutil y sobre todo de una sencillez exquisita. A los looks se suman accesorios que son verdaderas obras de arte con el “menos es más” como lema.
Par ellos el estilo sigue lineamientos muy similares: Prendas en tejidos orgánicos, con formas amplias y puras. Abrigos y gabanes largos, estilo deportivo. Líneas holgadas y sport, tonos monocolor, impermeables en tonos grises y crudos.
Práctico y funcional, este estilo suma cada vez más adeptos alrededor del mundo.