Sí, holístico y moda en la misma oración. ¿Cómo? Te cuento, si consideramos que todo tiene relación y que nuestra imagen no es más que parte del todo que somos, ya estamos camino a una visión holística del vestir. Que la imagen comunica y no sólo hacia afuera no es novedad.
Detrás del vestir hay intención, aunque no pongamos siempre atención a ello. Vestimos buscando agradar, vestimos para causar impacto, para sentirnos de determinada manera. Hay un motivo más o menos consciente detrás de lo que elegimos llevar.
A mí me gusta la idea del “vestir consciente”, que va más allá de poner atención en lo que elijo y porque lo hago desde la perspectiva del consumo.
Vamos tras la intención de lo que elijo vestir. Y empezamos a vincularnos con las prendas desde otro lugar, incluso valorando otros atributos.
Puedo por ejemplo elegir el rojo un día que necesito enraizar, activar mi primer chakra, tener energía, accionar y concretar cosas. Y así llevarlo en una prenda o accesorio. Puedo usar cuadros si quiero conectar con la idea de orden y concreción. El tipo de telas, las formas, los colores, las estampas, los detalles. Todo suma significado.
Y más allá de conocer los significados de los colores y a qué chakra se asocian o qué me transmite cada estampado puedo crear mi propio código descifrando el lenguaje de mis prendas. ¿Qué me dice esta camisa? ¿Cómo me siento con este pantalón? ¿Qué cambia si llevo una falda?
Las respuestas te van a contar mucho de vos y van a conducirte por el camino de tu estilo esencial. Ese que hay que construir desde vos, creando tu moda, conociéndote mejor y entendiendo que en tus prendas hay mucho más de lo que se ve y hay mucho de vos.
Desde aquí hay dos preguntas para responder al clásico ¿Y ahora qué me pongo? La primera es ¿y yo qué quiero? (lograr, transmitir, sentir…), y la segunda ¿Qué prendas me ayudan en eso?
Tus prendas son mucho más que tela, y tu mejor “Guía de Estilo” sos vos!