Muchas veces por soledad, por necesidad fisiológica y humana las mujeres metemos la pata muchas veces.
Recaemos en una relación vieja, rota, tóxica y luego el sentimiento es de gran vacío, repreguntándose por qué lo hice y recaigo en algo que no tiene futuro.
La baja autoestima, el creer que nunca serán merecedoras de una persona mejor o simplemente la comodidad de lo malo conocido hace que no se logre soltar de raíz relaciones secas, de las cuales ya no hay esperanzas del mínimo florecimiento.
Ahora bien, si entendemos y ponemos en práctica el acto de dejar ir las relaciones que ya no tienen lugar en tu presente abrirás un camino de sanación interno, eliminando toda situación de tensión personal, liberándote de culpas y sentimientos de dolor.
Debes aprender a trabajar un concepto que poco se lleva a cabo en la vida amorosa, se refiere a la capacidad de elegir a tu compañero, marido o amante, sanamente, sin dejarte llevar por el temor a estar sola o sentirte poco deseada, te entregas a personas que no te valoran y respetan tu integridad.
Si vibras desde un nivel de inseguridad y baja estima seguramente vas a atraer personas con el mismo nivel de sintonía, trata de buscar tu amor propio y aprende a respetarte y amarte tan fuerte puedas.
Así con el tiempo crearas un lugar psíquico a esa persona que tal vez sea el indicado para vivir todo lo que te permita evolucionar y te enaltezca como mujer en lo más alto de tu bienestar.
No dudes decir NO QUIERO, algo contigo! elige la persona con la que quieres compartir un café, un mate, una charla, una salida, una cama o una vida.
Nadie puede manipularte bajo ninguna circunstancia a hacer lo que luego será causa de sufrimiento y malestar.
Aprende a elegir a plena conciencia, desde el alma, el espíritu y con la mente a pleno corazón abierto, no todas las cicatrices amorosas son tatuajes para no volver a creer en el amor, tal vez algunas son pequeñas marcas de enseñanza necesarias para formar la mujer que hoy SOS.