Madre, esposa, mujer y empresaria, ha sabido sembrar en su camino para poder cosechar hoy en día. Con una carrera impecable hoy disfruta de cada momento con su hijo sin dejar de lado sus obligaciones, que las ha aprendido a vivir con placer y alegría.
¿Cómo te definís?
Toda la vida fui muy curiosa y muy inquieta, soy una persona que siempre está buscando nuevos desafíos. No soy de empezar algo y terminarlo perfecto, en algún momento para mí fue un defecto porque cuando era joven quizás empezaba algo y lo dejaba, porque soy ansiosa y siempre estaba con la necesidad de algo nuevo. Con el tiempo esto me provocó el sin sabor de sentir que no terminaba nada pero por otro lado me dejó puertas abiertas, ya que cuando uno es curioso e investiga siempre hay una oportunidad.
¿Qué fue lo que te llevó a tomar la decisión de dejar las pasarelas?
En realidad lo que me llevó a eso es que me di cuenta que el trabajo que estaba haciendo como modelo estaba sufriendo un cambio, que de las súper modelos de los ´90 como Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Valeria Mazza y Dolores Barreiro, se venía algo distinto, estaban cambiando las agencias de representantes, la estética de las modelos y me di cuenta que en ese momento tenía 28 años y no podía seguir desfilando, sobre todo porque no me veía conduciendo un programa de televisión o siendo actriz. Estaba desfilando con chicas de 14 y 15 años y ya no tenía ganas de estar pendiente de lo estético, ya que primero viene el botox, después las cirugías y comienza una lucha contra el tiempo que me parecía ridículo, porque es al revés, a medida que vas creciendo te das cuenta que lo único interesante es lo que uno tiene dentro y no lo que muestra. Así que me dije ¿para qué luchar contra el paso del tiempo?, ¿para qué seguir tratando de estar en un lugar en el que ya no estaba cómoda?, pero que es un lugar que me llena un montón y me encanta porque es mi medio de subsistencia y lo respeto muchísimo, por eso me propuse buscarlo desde otro lugar. Así fue que me propusieron ser la imagen de una agencia de Modelos, ser la cara para que las madres y las niñas se sintieran identificadas, entonces me dije ¿Por qué no? Vamos a probar, y así encontré un universo maravilloso que me encantó. A partir de ahí me di cuenta que eso era lo que me gustaba para mi futuro, comencé a aprender de todo, cada díaera un nuevo desafío y así llegué a construir LO Managment.
¿Cuándo tomaste la decisión de ser mamá?
LO Managment era como un bebé que de a poquito lo fui alimentando, atendiendo, amando y cuando comenzó a caminar solito y tuve mi medio de subsistencia y una tranquilidad económica, me comencé a concentrar en que me gustaría formar una familia, en ver la posibilidad de ser mamá, que hasta ese momento no lo había pensado porque soy muy responsable y necesitaba tener la seguridad de poder darle lo mínimo a un hijo, un techo, que hasta ese momento no lo tenía.
Cuando tuve el deseo de ser mamá me encontré con problemas de salud y la maternidad quedó postergada. Me habían diagnosticado miomas y una endometriosis que me provocaba anemias muy importantes y no tenía un nivel de salud óptimo para poder pensar en ser mamá sino que antes tenía que solucionar algo más importante, mi salud.
Aunque siempre tuve diagnósticos muy negativos no bajé los brazos, porque era joven y así llegué al Dr. Claudio Ruhlmann, que me atendió, me operó y me solucionó totalmente el problema. A los 3 meses quedé embarazada por primera vez y lo perdí, comenzamos los estudios preliminares para los tratamientos de fertilidad, fui a las primeras consultas y de pronto me sentí cansada, ya que había batallado mucho tiempo con estudios, operaciones, transfusiones, por eso decidí tomarme un tiempo para mí. Retomé la terapia y me relajé. Así un día me empecé a sentir mal y llamé a Ruhlmann porque pensé que estaba nuevamente enferma, luego de realizarme los estudios fui a la consulta y cuando me abrió la puerta me dijo – ¡Lore, estas embarazadísima! y casi me desmayo, en ese momento me hizo una ecografía y ahí estaba Gennaro. Fue un momento precioso.
¿Cómo viviste la presión social de tener más de 30 y no ser mamá?
Comencé a sentir presión social después de los 35 años, ahí mi ginecólogo me dijo que pensara si quería ser mamá o no, me habló de congelar óvulos y yo en ese aspecto fui bastante inconsciente, porque uno siempre siente que tiene tiempo, pero luego cuando empecé con los problemas de salud, ahí me sentí muy irresponsable, y esto también fue porque la sociedad le exige mucho a la mujer, ya que hoy no es como antes que está en su casa, cuida a sus hijos, sino que hoy tiene la exigencia de triunfar dentro y fuera de la casa. Ser una buena esposa, una buena madre, una buena empresaria, mantenerse sola o aportar tanto o más que tu pareja. La realidad es que me sentí un poco irresponsable pero también con la justificación de la sociedad en la que vivimos hoy, ya que pese a que la mujer está logrando muchos cambios y siendo reconocidas desde todo punto de vista, por otro lado es muy cruel la exigencia que tenemos.
¿Cómo vivís la maternidad?
Desde que fui mamá me solidaricé con todas las madres del universo porque me di cuenta del trabajo exhaustivo y de 24 hs que tienen las mujeres, hay una persona que te necesita todo el tiempo. Si sos una mujer que trabaja también tenés responsabilidades, en mi caso con LO Managment tengo personas que dependen de que yo tome decisiones, de que haga cosas, a la vez un marido que exige, otra persona que está ahí que te dice ¡te olvidaste de mí! Y me pasa que cuando llego a casa quiero estar con Gennaro e irme a dormir. Ser mamá es el trabajo más demandante y a la vez el más gratificante.
¿Qué mensaje le darías a las mamás?
En realidad no les daría ningún mensaje más que mi admiración, decirles que realmente se sientan felices y orgullosas de la capacidad que tenemos las mujeres de poder hacer tantas cosas a la vez y muy bien (ríe). Que traten de disfrutar los momentos, no perder la capacidad de sorprenderse con las cosas maravillosas de la vida que son muy sencillas y fugaces.
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