La segunda ciudad más grande de Francia, tras París, se encuentra en una ensenada en la Costa Azul. Forma parte de una gran área urbana formada por la conurbación de Marsella, Aix en Provence y numerosas localidades menores.
Es una ciudad portuaria importante, que destaca turísticamente por su puerto viejo, sus barrios y la orografía que permite hermosas vistas desde muchos puntos de la ciudad. Durante mucho tiempo fue el principal puerto que conectaba con las colonias francesas, en especial en África, siendo muy interesante la fuerte influencia que África y el colonialismo han tenido sobre ésta. Su población es un verdadero crisol de diferentes culturas, con una fuerte influencia y población norteafricanas.
El Clima
El clima es mediterráneo, con suaves y húmedos inviernos y calurosos y secos veranos. Los meses más fríos, enero y febrero, registran temperaturas de unos 11 °C, mientras que los meses más cálidos suelen ser julio y agosto, con temperaturas medias cercanas a los 30 °C.
Cómo llegar
En avión: es la opción más rápida para llegar hasta Marsella desde cualquier parte del mundo. El Aeropuerto más cercano se encuentra en Marignane, a 25 kilómetros de la ciudad. Es uno de los aeropuertos más importantes del país pero también de los más caros. Es posible encontrar vuelos directos desde algunas de las ciudades españolas y también llegan vuelos internacionales.
En barco: Marsella dispone de un puerto viejo, en el centro de la ciudad y turístico deportivo, y de un puerto nuevo que continúa siendo uno de los mejores puntos de acceso por barco a Francia. El gran tamaño del puerto hace aconsejable acudir con mucha antelación y tener claro previamente cuál es nuestro muelle.
En tren: El tren es uno de los mejores medios para llegar a Marsella. La estación de tren central es “Marseille St Charles” y se encuentra en el centro de la ciudad. La línea de alta velocidad une Marsella con París en 3 horas y con Lyon en 1h 30 min. Además dispone de conexiones con la mayor parte de ciudades francesas y con la región aledaña. La alta velocidad permite conexiones con otros países como Bélgica, y una conexión sencilla con Barcelona.
En bus: La estación de autobuses se sitúa en la parte trasera de la estación ferroviaria. Las conexiones con Francia son escasas, ya que se da preferencia a las conexiones ferroviarias. Existen varias rutas internacionales que tienen parada en Marsella.
En coche: Muy poco recomendable, la red de autopistas permite llegar al centro de ciudad fácilmente, son caras pero eficientes y cómodas. Una vez en la ciudad un parking cerca del centro para todo el día tiene un costo de 20 euros.
Cómo moverse
A pie o en bici: Son buenas opciones para conocer a fondo sus rincones, la ciudad está compuesta de encantadores barrios que se recorren fácilmente a pie o alquilando una bici.
Transporte público: Marsella tiene el City Pass que incluye todos los viajes en todos los transportes urbanos de manera ilimitada por el tiempo que dure la tarjeta: 24, 48 o 72 horas. Moverse por la ciudad es sencillo gracias a una red integrada de metro, tranvía y autobuses. Para llegar a ciertas zonas, como las Calanques, los tiempos de viaje pueden ser muy largos.
En coche: Dentro de la ciudad no es recomendable. Si llega en él en el centro es posible estacionarlo en el aparcamiento subterráneo de la estación de trenes, a la que se llega por la autopista A7.
IMPRESCINDIBLES
Puerto Viejo: Indispensable pasear por sus muelles y degustar en alguno de sus restaurantes sus pescados y mariscos frescos, muy recomendable probar la Bouillabaisse, una sopa de pescados del Mediterráneo.
Barrio Le Panier: Se encuentra detrás del Hôtel de Ville, el encanto secreto del barrio más antiguo de Marsella se puede recorrer en tren turístico o a pie visitando los museos de la Vieille Charité, de los Muelles romanos, o el Préau des Accoules, dedicado a los niños.
Notre-Dame de la Garde: Desde el Puerto Viejo con el autobús 60, el Petit train touristique (tren turístico), el City Tour o el Grand Tour de Marsella, se llega a esta basílica que está coronada por una estatua dorada de la Virgen María, una de las estampas más significativas de la ciudad. Ni se le ocurra ir a pie ya que es bastante lejos y todo en subida. Desde este lugar podrá apreciar una vista única de toda la ciudad y además visitar la basílica con su estilo neobizantino y el museo.
Fuerte Saint Jean: De los dos que hay en el puerto de Marsella el que recomendamos conocer es el Fuerte Saint Jean.
Basílica de Santa María la Mayor: A 15 minutos caminando desde el Fuerte Saint Jean se encuentra este majestuoso lugar que consta de dos iglesias. Eso sí, al igual que los museos y algunos otros monumentos, los martes en verano está cerrada.
Explanada del J4: Desde este lugar se puede acceder a los museos MuCEM, Villa Méditerranée y el Museo Regards de Provence.
Recorrer La Canebière: Subiendo por esta calle, encontrará a su izquierda el Palais de la Bourse y podrá visitar el museo de Historia de Marsella y descubrir el Puerto Antiguo. Suba caminando por La Canebière hasta el Cours Julien y luego diríjase al Palacio Longchamp, aquí podrá descubrir las colecciones y las exposiciones del museo de Bellas Artes y del museo de Historia Natural y pasear por el parque Longchamp.
Castillo de If: esta fortificación se construyó entre 1527 y 1529 para la protección de la ciudad, a partir del siglo XVII se convirtió en prisión estatal aunque acabó siendo un lugar de atracción turística. El castillo de If se describe en la novela El Conde de Montecristo.
Les Calanques: Si tiene más de un día y lo que está buscando son playas para disfrutar del sol de la Costa Azul le recomendamos hacer una pequeña excursión hasta Cassis una ciudad costera ubicada muy cerca de una de las playas más bonitas de la Riviera Francesa. Les Calanques son unos pequeños fiordos con aguas turquesas, cristalinas y cálidas.