Ordenar el hogar es una de las cosas que menos gustan a las personas de nuestra sociedad actual y cada vez que hay que ponerse manos a la obra aparecen infinidad de planes mejores que se pueden hacer en lugar de dedicar el tiempo a arreglar la casa, una habitación o un simple armario. Además, a la hora de llevar a cabo estas prácticas en el hogar se suele recurrir a tirar un par de cosas sin pararse a pensar en su utilidad, colocar todo de cualquier manera sin mirar y esperar hasta la próxima ocasión en la que se arregle el armario, la habitación o cualquier zona de la casa.
Marie Kondo es una joven experta en organización lleva casi cuatro millones de libros vendidos y la revista Times la ha incluido en su lista de las 100 personas más influyentes del mundo. Kondo asegura que desde pequeña vivía obsesionada con el orden. Empezó a leer revistas de decoración con 5 años y con 15 se dedicó a estudiar seriamente el arte del orden y la organización. Ahora es consultora y se dedica a visitar casas y oficinas para aconsejar a quienes tienen dificultades para poner este deseo en práctica. Después de seguir muchos métodos de organización, ha llegado a la conclusión de que la conciencia y la perspectiva de una persona sobre su propio estilo de vida es mucho más importante que cualquier habilidad para clasificar o almacenar. El orden depende de valores personales sobre cómo desea uno vivir. Es por eso que sacó a la luz un método el cual escribió un libro que se llama “la magia y el orden” para arreglar el hogar de la forma adecuada, sin perder demasiado tiempo y siguiendo una serie de pasos para que todo quede a la perfección. A continuación, se pueden encontrar las claves de su idea.
Lo primero es determinar el orden en el que se realizará el arreglo de los armarios y habitaciones del hogar. En primer lugar hay que aplicar el método de Marie Kondo con la ropa para continuar, en este orden, con los libros, los papeles, los objetos varios y por último, los objetos sentimentales. Este orden va marcado por su dificultad para ordenar de menor a mayor.
Lo mejor para aplicar el Método Konmari es hacerlo a primera hora de la mañana, que es el momento en el que tenemos las pilas cargadas y estamos más concentrados. Además, al empezar por la mañana hay mucho día por delante para terminar el trabajo.
Además, Marie Kondo explica que lo mejor a la hora de llevar a cabo su famoso método para ordenar la habitación es hacerlo todo en el mismo día para centrarse en realizar la labor completa ya que, si se realiza en ambos días, puede provocar que no se realice la tarea por completo. Hay que asegurarse de que se hace en un entorno tranquilo, alejado de cualquier tipo de ruido que acabe con la paciencia o que simplemente, moleste. Además es recomendable no hacer el trabajo con música de fondo salvo que sea ambiental.
El ruido desconcentra y provoca que se tarde mucho más tiempo en realizar las tareas. Asimismo, la presencia de música, por ejemplo, puede dar lugar a la aparición de sentimientos escondidos por el pasado que influya a la hora de tomar decisiones.
Manos a la obra:
Con cada categoría (ropa, libros, papeles, objetos varios y objetos sentimentales) hay que realizar dos únicos pasos para tener éxito. Lo primero es eliminar todo aquello que ya no es necesario y que, por lo tanto, no debe seguir dentro del armario y lo segundo, es colocar de forma correcta lo que va a seguir.
Hay que empezar por lo más fácil, es decir, por la ropa ya que según Marie Kondo es lo más sencillo de ordenar. Por el contrario, los objetos sentimentales son los que más problemas traen porque no resulta cómodo decidir cuál debe ir a la basura y cual no.
Guardar lo justo: No hay que guardar de más, sino es una pérdida de tiempo intentar aplicar el Método Konmari. Dentro de cada categoría hay que quedarse con lo imprescindible y con aquello que guste mucho porque, de lo contrario, habrá multitud de cosas que no se moverán de su sitio nunca y para ello, mejor que no estén dentro del armario.
El Método Konmari refleja que lo normal es que se guarde un tercio de la ropa que hay en el armario y que dos tercios desaparezcan. Además, es bueno reducir el número de prendas colgadas en perchas ya que donde entran 10 artículos colgados puede haber entre 20 y 40 dobladas.
En cuanto a las camisetas, Marie Kondo propone un método para doblarlas y guardarlas de forma vertical de cara a ahorrar espacio y permitir que haya una mayor cantidad de cosas en ese espacio. Asimismo, el Método Konmari aconseja que las prendas de ropa más claras estén delante.
No apilar prendas: Apilar grandes cantidades de ropa no es la forma adecuada de aplicar su método ya que las prendas que están en la parte inferior se olvidan y no se mueven mientras que las que se usan son las que se van colocando en la parte superior
Trucos que propone el método viene acompañado de una serie de trucos para tener éxito. Por ejemplo, los calcetines no deben ir hechos una bola sino doblados para colocarlos en vertical y por parejas. La misma estrategia es la que hay que usar con las medias o complementos similares.
Los bolsos deben ir unos dentro de otros para que ocupen un mínimo espacio dentro del armario ya que son los complementos que más espacio ocupan dentro del armario y es una forma de tener varios modelos sin que perjudiquen la aplicación del reconocido método para ordenar.
Respecto a los libros: La cantidad de libros que hay que mantener no debe superar la cifra de 30 y cada uno debe valer para un momento concreto. Esto significa que debe haber libros de varias temáticas a los que se pueda recurrir en momentos de felicidad, tristeza, miedo, etc. Siempre se deben organizar justo después de la ropa.
Valor sentimental:
Hay que quedarse con los objetos que hacen feliz a cada persona, los que despiertan algo cada vez que se tocan o que se ven. Es por ello que la tarea debe realizarse sin nadie alrededor que pueda influir en las decisiones ya que lo que se guarda en la habitación y lo que no debe ser decisión de una única persona.
La felicidad va acompañada de la presencia de pocos papeles dentro de la habitación o del armario ya que generan, en muchas ocasiones, ansiedad. Hay que guardar únicamente aquellos que sean necesarios y que se pueden necesitar cualquier día pero el resto hay que alejarlos.
Respecto a los objetos (maquillaje, fotos, papelería…), hay que quedarse con los que aportan algo a la vida actual ya que muchos de ellos sólo hacen que la persona que los tiene se aferre al pasado y no disfrute del presente sin darse cuenta. Es la parte más complicada del Método Konmari.