Mujer, despierta, el alma del mundo te está escuchando, siente todos tus latidos, ideas, sueños, locuras, pasiones, amores.
Mujer, no seas receptiva sólo de los deseos ajenos, de metas externas, de los problemas y desafíos que otros tienen para trascender, lleva tu mirada hacia el interior y revoca en lo profundo de tu sentir, conecta con lo que la vida te está presentando ahora, no intentes llevar constantemente tus pensamientos y emociones hacia tu pasado, supérate, llénate de presente, habítate desde la prueba más inmediata que estas atravesando, recorriste muchos caminos y has logrado avanzar y evolucionar bastante, que el mirar hacia atrás solo sea para contar las victorias ganadas y las experiencias aprendidas.
Mujer, se compasiva y desarrolla el perdón propio, una equivocación puede ser usada como un lamento de culpas eternamente o puede transformarse en la experiencia más fuerte para avanzar en el tablero de la vida.
Mujer, ámate sin explicaciones hacia donde se dirija el amor, siente el fluir de la energía femenina en cada una de tus células, que tus ojos brillen hacia donde el amor te ubique, que tu cuerpo se llene de aceptación, caricias, halagos, regalos y conectes con ese amor propio y sagrado que al trabajarlo y hacerlo consciente realza toda tu fuerza y belleza.
No te tomes tan en serio la vida, haz una locura de vez en cuando, suelta esa rigidez y desajusta la tensión corporal y emocional, ríete y diviértete sola o disfruta de la compañía de otras mujeres que sean compatibles en tu nivel de vibración, deja el reloj, celular y toda red que te inste a ser presa de una pantalla, observa al menos un paisaje natural, lleva tu mirada hacia el cielo, disfruta de los movimientos de las nubes si las hay, y aprende a fluir como ellas que parecen tomar una forma firme y pesada, pero al cabo de unos segundos se reinventan en una nueva figura, no te ates a ningún molde, se libre, feliz, auténtica y no te compares con nadie, eres la versión perfecta de ti misma en el tiempo y espacio indicado.
Mujer, despierta y sal a la vida con todas tus sabidurías, cree en tus dones, eso para lo que eres extremadamente buena, compártelos al menos con una persona, se generosa a extender tu saber, visualiza tu abundancia, no te enfoques en las carencias, no tengas miedo a pasar ridículo, a ser criticada y observada, recuerda que los niños al despertar a la vida generalmente lo hacen mediante un llanto exagerado, pero al pasar un poco el tiempo, y vivir experiencias gratificantes no disimulan su alegría y sus sonrisas ya que se convierten en el reflejo de sus almas.