Nacimos para ser lo que deseemos ser!
Vivimos en un mundo en permanente evolución y los estándares de femineidad de antaño, en algunos grupos sociales, siguen vigentes. Elegir no ser madre, viajar sola por el mundo, cambiar de profesión o patear al tablero para animarse a volar, no es lo que muchos esperan de una mujer.
No somos santas! Somos mujeres apasionadas por vivir, experimentar y crecer cada día. Con tropiezos, con aciertos y equivocaciones, pero siempre con la posibilidad de experimentar aquellas vivencias que nos nutran y desarrollen nuestra mejor versión.
Romper con antiguos paradigmas o estructuras heredadas no tiene que ser un proceso doloroso o violento. Ser disruptiva nos debe llenar de energía para afrontar los desafíos con empatía y tolerancia.
Emprender cambios inevitablemente nos expone a la mirada de otros y a prejuicios que, lejos de detenernos, debemos dejarlos pasar, por la sencilla razón que no nos pertenecen, que la opinión de otros es solo eso, una opinión que puedo o no tomar, pero que en ningún caso tiene que hacerme perder mi norte.
Frida Kahlo decía: «Me pinto a mí misma, porque es a quién mejor conozco, por lo tanto, nadie más que nosotras mismas sabemos qué necesitamos y hacia dónde queremos ir».
No somos santas, somos un universo tan infinito, como mujeres en el mundo.