Cuando uno nace entre portugueses se acostumbra a escuchar el nombre Oporto, ya sea porque es el vino de sabor misterioso que tu abuelo tomaba luego de almorzar con un pedazo de queso de cabra y aceitunas negras, o porque no se dejaba de comentar lo hermosa que es la ciudad que lleva dicho nombre. Por una razón o por otra, he llevado este nombre en mi vida desde pequeña, y no fue hasta mi mudanza a Sevilla que he tenido la suerte de quitarme esta espinilla de curiosidad y conocer esta mágica ciudad. Te invito a descubrir sus rinconcitos de la mano de Revista Brooke.
Me toma aproximadamente una hora en avión llegarme hasta Oporto (Porto en portugués) desde donde vivo. Por eso decidí tomarme un fin de semana para conocer la ciudad, a pesar del pronóstico de fuerte borrasquera en toda la península ibérica y el frio otoñal-invernal que hiela los huesos. Me fui preparada y lista para descubrir una ciudad que parecía conocía de toda la vida aunque jamás la hubiera pisado.
Porto es una ciudad costera al norte de Portugal, a orillas del río Duero y la segunda más densamente poblada luego de Lisboa. Guarda en ella un gran patrimonio histórico que convive como muchas ciudades europeas con lo nuevo del siglo XXI.
Algo que me llamó la atención al llegar, fue descubrir que es una ciudad con mucho “aire inglés”, quizá se deba a que a lo largo de su historia se asentaron allí grupos de comerciantes ingleses y dejaron su sello por la ciudad. Al igual que sucede en otros países del mundo, me arriesgo a decir, en todos; la rivalidad entre ciudades también existe acá. El pique entre Lisboa y Porto es muy conocido, de hecho hay un refrán que versa de la siguiente manera “Lisboa se divierte, Coímbra estudia, Braga reza y Porto trabaja”. Parecido a lo que pasa en Brasil entre San Pablo, Brasilia y Rio de Janeiro.
Mi recomendación para viajar a Porto es hacerlo en Primavera-Verano, y evita uno así el frío y las lluvias. No es que en las estaciones mencionadas no llueva pero, al menos, no hace frío. En invierno las temperaturas varían entre 5°C y 14°C y rara vez bajan a 0°C. En verano las temperaturas varían entre 15°C y 25°C, ya visiten la ciudad en cualquiera de las estaciones no olviden, el paraguas, el impermeable y las botas de lluvia.
Generalmente inicio las notas con las visitas a puntos de interés, pero como soy de buen comer quiero comenzar con un clásico del lugar, “francesinha”.
Seguro te preguntarás ¿Qué es? Paso a develar el misterio: es un sándwich, Sí! Y es la estrella de Porto, que en el 2001 fue considerado uno de los 10 mejores sándwiches del mundo. ¿Lo pueden creer? Consiste en una rebanada tostada de pan lactal con diversos embutidos: jamón cocido, chipolata, mortadela, filete de ternera o de cerdo; luego otra rebanada de pan lactal gratinada con queso y bañado con salsa picante. Se suele acompañar con papas fritas y una rica cervecita bien fría.
¿Tentados ya? SUPER MUST para la visita a Porto. Prometo que no probaran jamás algo así.
MERCADO BOLHAO
Entonces te despertas y luego de un rico desayuno, vas al famoso Mercado BOLHAO. El concepto es similar al Mercado de San Telmo u otros mercados que solía tener la Ciudad de Buenos Aires, referencia para que tengan una idea. Sólo que aquí en Europa los mercados de este tipo son muy vigentes hoy día. El Mercado de Bolhao es famoso por su colorido y ruidoso ambiente. ¿Qué se encuentra en este tipo de mercados y particularmente en este? Pues bien, puestos de venta de verduras y frutas, carne y pescados, así como también de embutidos.
También en caso de que empiece a picar el hambre pueden comer allí mismo, donde podrán encontrar varios bares y restaurantes. El Mercado de Bolhao es donde se encuentran los productos de mejor calidad, según la gente del lugar. Lleva mucha historia y debería ser tu primera parada en Porto.
LA CAPILLA DE LAS ALMAS
Les comenté que llegué a la ciudad en avión, y llegarse al centro no es para nada difícil. Porto es una de las ciudades que mejor comunicada está a través de su línea de metro y tren.
Al bajarme del metro frente a mí, y a sólo dos cuadras del hostel en el que me hospedaría, la primera maravilla de la ciudad. Suelo llamar a Porto como “La ciudad de los azulejos”. Es así como lo primero a ver fue esta hermosa capilla cuya característica más importante es que todo su exterior está cubierto de azulejos. Jamás había visto algo parecido.
Su construcción se remonta a finales del siglo XVIII, época en que la Hermandad de las Almas y Das Chagas de San Francisco pasó del Monasterio de Santa Clara a la Capilla de Santa Catalina.
Tiene dos cuerpos, siendo el segundo más bajo, ha sufrido obras de ampliación y restauración en 1801 que modificaron el estilo original.
Cuenta con 15947 azulejos que cubren aproximadamente 360 m2 de pared. Dichos azulejos datan de 1929 y representan los pasos de la vida de San Francisco de Asís y de Santa Catalina, quienes son venerados en la capilla.
AVENIDA DE LOS ALIADOS y PLAZA DE LA LIBERTAD
Centro neurológico de la ciudad de Porto, toda ella gira en torno a dicha avenida, y así junto con Praça da Liberdade, representan la plaza central de la ciudad. A la cabeza el edificio del ayuntamiento desde donde se ejerce el poder ejecutivo. Sin duda unos de los principales puntos del mapa.
La Praça da Liberdade es el nexo entre el Porto antiguo y el actual. Destacando en su centro la estatua del Rey Pedro IV. La figura representa al monarca llevando la Carta Constitucional que enseña al pueblo. Desde esta plaza da comienzo la Avenida de los Aliados donde encontrarán comercios de distinta índole, restaurantes, algunos bancos así también como se mencionó anteriormente el edificio del Ayuntamiento entre otros.
Es un poco difícil recorrer Porto con un temporal de viento y lluvias pero se logró el objetivo. Existe una calle realmente muy transitada a cuyos lados podrán encontrar infinidad de comercios de todo tipo. De hecho déjenme que les comente que existe allí una perfumería que vende los perfumes de diseñadores originales sin el packaging a precios más baratos. Es de aprovechar cuando te tomes los cinco minutos para tomar aire y seguir la caminata de la empinada calle. Nada más lindo que si vamos a quedarnos sin aire en los pulmones que al menos sea llevando ricos perfumes. La calle para vuestro conocimiento en caso de que tomen nota y visiten la ciudad se llama Rua de 31 de Janeiro.
Se darán cuenta enseguida que están allí no sólo porque los pulmones van detrás de ustedes, sino porque hallaran en sus extremos dos Iglesias de importancia: una es la Iglesia de los Congregados, del siglo XVII, donde podrán observar una fachada con azulejos (se cansarán de verlos) que describen la vida de San Antonio, patrono de Lisboa. En cuanto su ubicación es fácil de hallar porque se encuentra junto a la Estación de Metro y Tren San Benito. Al otro extremo de la calle la Iglesia Ildefonso edificada entre 1730 y 1737 con su típica fachada de azulejos con escenas de la vida de Ildefonso y menciones a la Eucarístia. Son edificios de los que sí o sí debemos llevarnos una foto.
CALLE DE SANTA CATARINA
Como les comenté no fue muy inteligente la elección del fin de semana de borrasquera y frio para visitar Porto, pero aun así pude disfrutar de la caminata por la famosa calle Santa Catarina.
Consiste en una extensa peatonal, la zona comercial más importante de la ciudad. Comienza en la Plaza de la Batalla y finaliza en la Plaza del Marqués de Pombal. Es una calle terriblemente viva, llena de restaurantes, cafeterías, tiendas, vendedores ambulantes. De hecho uno de mis desayunos fue en dicha calle, no recuerdo bien el nombre. Sí recuerdo que era italiano, pero atendido por brasileros. ¡Exquisito!
ESTACION SAN BENITO
Antes de llegar a Porto, mis conocidos me dijeron no te olvides de pasar por la Estación de Tren San Benito. ¿Qué tiene la Estación tan especial que todo el mundo me la nombró? Pues es una estación de tren que podría ser como cualquier otra, pero no. Mires hacia donde mires azulejos azules que representan paisajes históricos, tradiciones rurales del norte del país y referencias al ferrocarril junto con la historia de los transportes. Una estación de tren alucinante y única.
CATEDRAL DE PORTO (SÉ, TERREIRO DA SÉ)
La lluvia había amainado pero el viento no. Con el cielo gris y los pies helados del frío y mojados me acerqué a la Catedral de la ciudad. La noche anterior me pasé por allí porque me había llamado mucho la atención. Desde la calle parecía un castillo y no una catedral. Es una construcción imponente y especialmente de noche, iluminada de tal forma que generaba la sensación de que estabas en la edad media y que en cualquier momento algún caballero con su armadura podía aparecerse. Y no me equivoqué al pensarlo así porque la catedral fue construida en los siglos XII y XIII es decir entre el 1100 y 1200 dC.
Si bien es de estilo románico ha sufrido a lo largo de los siglos varias modificaciones. El interior se divide en tres naves y bóveda de cañón; y con excepción del estilo barroco del altar mayor y las capillas, presenta una decoración bastante sobria.
Desde la parte sur del templo se accede a la Capilla de San Vicente y claustro de estilo gótico que además está decorado con azulejos donde podemos encontrar escenas religiosas y paganas. Cada rinconcito de esta catedral llamará tu atención.
Lo que me llamo considerablemente atención fue la picota que se encontraba en el centro de la plaza, Terreiro da Sé, donde antaño se colgaban a los criminales. La catedral está construida sobre una colina, lo que hace que tenga una de las mejores vistas de Porto. Sinceramente considero que es una maravilla que no deben perderse.
IGLESIA Y TORRE DE LOS CLÉRIGOS
Esta torre tiene una de las mejores, sino la mejor vista de Porto. Recomiendo visitarla sin viento porque allí arriba despeinarse es lo mínimo que puede pasarles. Es esta construcción un referente del arte barroco en la ciudad. Esta obra de arte pertenece a un toscano que trabajó desde 1732 a 1763 de forma gratuita por encargo de la Hermandad de los Clérigos Pobres. Deben recordar que Portugal así como España tienen una larga historia cristiana y en siglos pasados las hermandades solían hacer este tipo de encargos. Interesante me parece comentarles que donde se ha construido es un alto conocido como Cerro de los Ahorcados, porque en él se enterraban a los ajusticiados.
Es la torre más alta de Portugal con 6 plantas, 225 escalones y 76 metros de altura. Como se dijo líneas arriba su estilo barroco hace que en su exterior esté abundantemente decorada, muy por el contrario en el interior es estrecha y de escasa decoración. Su ubicación y altura la convirtieron antaño y por muchos años como referencia para las embarcaciones que navegaban por el Duero.
LIBRERÍA LELLO E IRMAO
De golpe por unos 5 euritos, pasé del estilo medieval al estilo Harry Potter. Sí, en cuál de las 7 películas mágicas me encontraba no lo sé, pero claramente en una seguro. Para todos los fanáticos de la saga Potter dentro de los cuales me incluyo, esta visita es OBLIGADISÍMA. ¿Por qué?, se dice que la escritora de esta saga se inspiró en esta librería para parte de sus cuentos y además se utilizó para rodar algunas escenas de las pelis. Se encuentra ubicada en la Calle de las Carmelitas, 144, al ladito de la Torre de los Clérigos. Considerada la librería más bella del continente. El edificio tiene un bellísimo estilo neogótico construido en 1906. Lo que más adoré fue su escalera de madera labrada ubicada en el centro del local.
LA RIBEIRA
Cuando ya estás que pasas de la edad media y sus construcciones es cuando decidís bajar al río, y créanme no se van a arrepentir. La Ribera del Duero entre el puente Don Luis I y el Puente de Arrábida es una experiencia relajante. Es uno de los lugares más famosos, su colorido barrio costero es arte puro. Restaurantes y paseos en rabelos hacen que vivas la experiencia Porto de una manera especial.
Por cierto, de seguro dirán que son “rabelos”, pues son barcos tradicionales portugueses que se utilizaban para llevar toneles llenos de vino de Oporto desde los viñedos hasta las bodegas.
Hiper mega recomendable, tour por el río en uno de estos barcos tradicionales portugueses. Durante el paseo pasarán por debajo de los principales puentes de la ciudad, que si no mal recuerdo son seis. Las vistas de la ciudad desde el río merecen la pena cien por ciento.
VILA NOVA DE GAIA
Luego de tanto barquito, capillas, catedrales y calles empinadas, es hora de una gratificante cata de vinos.
Frente a Porto nos encontramos con la ciudad Vila Nova de Gaia donde podrán visitar algunas de sus bodegas. Se llega allí cruzando el Puente Don Luis I, inaugurado en 1886, que además es un ícono de la ciudad. Ahora bien las bodegas que tenemos ahí son varias a saber: Cálem, Croft, Graham´s, Sandeman o Ferreira.
Las visitas guiadas terminan todas con una cata de sus exquisitos vinos. Les recomiendo este tour porque el vino sino lo conocen realmente merece la pena probarlo, quien les escribe es fanática a tal punto que no lo comparte con nadie.
Terminada la cata de vino es momento de seguir el recorrido por lo que volvemos sobre nuestros pasos cruzamos nuevamente el puente metálico para pasearnos por Barrio do Barredo.
BARRIO DO BARREDO
Cada rincón de la ciudad tiene algo de lo típicamente de Porto, pero este barrio es su esencia. Está ubicado entre la Catedral y la Orilla del Duero. El barrio se caracteriza por sus callecitas estrechas, escaleras, edificios que parecen que a la cuenta de tres se nos caen y balcones con ropa colgada. Barrio para sentirse un poco más parte de la ciudad, entenderla, amarla, y tomarle millones de fotos.
Porto es una ciudad a la que realmente amo volver una y otra vez, y espero que a ustedes también les suceda lo mismo. Pero recuerden, eviten los días de temporales, vientos fuertes y lluvias persistentes, eso déjenmelo a mí.
Por ahora me despido dejándoles un abrazo gigante y nos estamos viendo en el próximo destino junto a Revista Brooke.
NOTA: Fernanda Catanas @argentafotografia