En los últimos años las mujeres hemos recorrido nuevos caminos profesionales y personales que nos han permitido desempeñarnos en roles de liderazgo cada vez más complejos.
Por naturaleza, en ocasiones, las mujeres somos más intuitivas y con mayor predisposición al trabajo colaborativo. Estas características suelen verse reflejadas en los diferentes estilos de liderazgo, pero existen ciertas particularidades que nos distinguen como líderes.
Según varias investigaciones, existen algunos rasgos de liderazgo femenino más predominantes:
- Alto nivel de adaptabilidad al cambio: posibilita un estilo flexible y dinámico necesarios para ajustarse a las demandas de un mundo globalizado.
- Comunicación asertiva: permite gestionar y reducir los conflictos facilitando el diálogo en contextos complejos.
- Mayor tolerancia al estrés: otorga la posibilidad de soportar las presiones y tensiones del entorno sin provocar ansiedad o frustración.
- Mayor desarrollo de la empatía: favorece la confianza y ayuda al equipo a crear un ambiente de trabajo más positivo con mejores resultados.
- Conducción horizontal: alienta la participación y tiende a crear y fortalecer los roles de cada integrante del equipo.
- Competencias emocionales plenas: facilita la autorregulación, la autoconciencia y la motivación.
- Capacidad de actuar en múltiples direcciones: permite pensar y actuar en muchas direcciones o temas al mismo tiempo, facilitando la toma de decisiones y enfrentar crisis.
El liderazgo femenino está escalando cada vez con mayor fortaleza en la sociedad. Es inevitable reconocer los múltiples beneficios que las líderes aportan en los diferentes entornos en los que se desempeñan y es por ello, que el modelo tradicional de liderazgo empresarial, político, social se encuentra en crisis.
“Muchas mujeres viven como si se encontraran en un ensayo general. Señoritas, la cortina está arriba y ustedes están sobre el escenario”. – Mikki Taylor
La igualdad de oportunidades y la necesidad de equidad laboral y profesional, han impulsado el liderazgo femenino en las sociedades actuales.
Somos el motor de cambio y la fuerza para generar un mundo mejor para todos.