Quién en su mayor o menor medida no los sintió en alguna relación.
Motivo de consultas de muchos pacientes por no poder manejar tremendas situaciones que lo llevan a una gran angustia, ocasionando un malestar en la pareja y un clima de gran hostilidad y desconfianza.
Los celos son signos de gran inseguridad. En una pareja sufren ambos, tanto el celoso como el celado. En una situación de celos hay un tercero real o imaginario que puede quitarme lo que yo tengo. Por ese motivo se está siempre en alerta.
Es muy importante distinguir entre lo real y lo imaginario, pero ambos casos implican un gran sufrimiento para quien lo siente.
El circuito que arma el celoso consta de un gran interrogatorio, donde constantemente pregunta sobre todo lo que puede sobre los tres estados de la vida, pasado, presente y futuro, para luego sacar una interpretación, donde le da un sentido estricto a lo que el otro dice, pero como no le alcanza, vuelve a reiterar las preguntas o le pide que le vuelva a contar la historia o situación, llegan luego las peleas hasta el punto que el celoso se da cuenta que estuvo exagerado y se arrepiente. Pasa un tiempo no muy prolongado y sus conductas vuelven a reiterarse y el círculo no se corta.
Es importante saber que los celos se asocian a una baja autoestima, pues el trabajo que debe hacer el celoso es interno, debe trabajar la seguridad emocional, sus miedos profundos, apuntar a fortalecer la estima es la mejor manera de contrarrestar los celos.
Saber interpretar que todos somos sujetos de deseo y podemos desear y ser deseados es un punto para desdramatizar algunas situaciones cotidianas, pero lo más interesante es reconocer que uno está con su pareja por una decisión presente, que pudiendo estar con cualquiera, te elige todos los días.
El celar se asocia a poseer al otro, mientras que el verdadero amor tiene más conexión con el cuidar y respetar al otro pero desde una sana libertad y no desde un cuidado enfermizo, donde el único sentimiento que genera es salir corriendo…
Si los celos son esporádicos y ocasionales pueden de algún modo soportarse pero si ya afectan a tu bienestar emocional es bueno trabajarlos terapéuticamente.