Hablar de nuestras tradiciones y no incluir al tango es una falta histórica inadmisible. Esta rica expresión cultural cargada de bellos matices en todas sus manifestaciones (música, danza, canto y poesía), sobre el que se ha escrito infinidad de literatura y sin embargo no todo se ha dicho, ya que más se lo investiga mayor es la información, los misterios, las sorpresas que nos entrega.
Quizás sea la única expresión cultural del mundo en cuya literatura poética han quedado plasmados vestigios del pasado, fechas, lugares, acontecimientos (políticos, sociales y económicos), amores traicionados, visionarias observaciones del futuro, personajes, anécdotas, gastronomía, deportes, donde se mezclan sentimientos y pasiones entre ellas el odio y el amor, alegrías y tristezas, patriotismo y desventuras de los seres en general.
El Tango no tiene un origen prostibulario como se lo quiere calificar, nació en todo caso en los fangosos sectores de los extramuros de la ciudad de Buenos Aires del siglo XIX, rodeado de prostíbulos, conventillos, marginalidad, hacinamiento y pobreza general, su cuna fueron “Los Tambos” así llamado a los “Bailes de negros”.
El origen de su nombre viene del verbo “tangir” que significa “tocar o palpar”, que sería “tañer” en la acepción del antiguo español y que se lo utilizaba para señalar o ejecutar el sonido de algún elemento, en este caso un instrumento musical, los negros al bailar pedían “Mushinga, mushinga, toca tangó” es decir, traducido sería “Música, música toca instrumento”, el canto y la poesía vendrían mucho después. En una sociedad acostumbrada a los bailes de salón, donde las parejas ni se tocaban, la aparición de este baile entrelazado y muy pegaditos los cuerpos causó un rechazo de la alta sociedad, por eso fue prohibido argumentando que se trataba de un “Remedo del acto carnal”, pero se resistieron a dejar la danza que habían creado y decidieron bailarlo entre varones, hasta que fue ganando adeptos en los salones del centro y volvió a bailarse como corresponde.
El lugar y la fecha exacta del nacimiento del tango es desconocido, ya que se trató de un hecho casual y sorpresivo, entre los esclavos liberados por la constitución del año XIII que decretó la “libertad de vientres” para todos los nacidos en territorio del Río de la Plata, a los que se sumaron los peones rurales conocidos como “Gauchos”, que fueron dejados sin trabajo en las grandes estancias debido a una crisis económica, los cuales se aglomeraron como ya dije, alrededor de Buenos Aires en lo que se conoció como “Fenómeno de concentración”. Debido a las humillantes condiciones de vida las mujeres se prostituyeron creando incontables prostíbulos y los varones se convirtieron en “malevos” para defender su vida, la familia y las precarias propiedades a punta de cuchillo. La música proviene de lo que se llamó “Sistema de incorporación” a la que se sumaron la “Habanera cubana, la milonga, el candombe y la zarzuela”.
El tango más antiguo que se conoce data de 1860 y se titula “La cánguela”, sin embargo, consensuado por un grupo de intelectuales y expertos se estableció como año de nacimiento 1880, atendiendo a tres variables históricas 1) La fecha coincidía con los 300 años de la segunda fundación de Buenos Aires, 2) Se declara a Buenos Aires como Capital Federal 3) El Tango ya era muy difundido. La historia es larga y apasionante pero el espacio nos limita y debo dejarlo en suspenso.
Por iniciativa del Señor Ben Molar con el apoyo de varias instituciones importantes, en homenaje al nacimiento de Carlos Gardel y del maestro Julio De Caro, mediante decreto municipal 5830 del 29/11/77 ratificado mediante decreto nacional 3781 del 19/12/77 se estableció el 11 de diciembre como el “Día Nacional del Tango”. Justo reconocimiento para una de las más prolíferas expresiones culturales de los últimos 170 años.