Tini es ícono de la moda en Argentina. Tuvo su escuela de modelos, su Store de decoración y su programa en cable. Su viaje a la India y experiencia de vida allí, hizo reafirmar su fe en la belleza interior. Autora de tres libros «A cara lavada», «Mujeres felices, belleza sin tiempo», «India mía». Actualmente es coach en “Actitud Tini” acompañando a la mujer argentina en su cambio interior.
Sos un ícono de la moda en Argentina. ¿Cómo fueron esos años?
Mis años de modelo fueron de un enorme aprendizaje, conocí gente increíble. Me tocó un momento de la moda excepcional. Aprendí muchísimo de la magia del vestuario y del cuerpo que entra en la ropa. Pude aplicar mis años de danza en esa carrera, si bien no era una danza, pero la flexibilidad corporal que yo tenía fue una gran herramienta de la cual no fui muy consciente, pero que hacía que me resultaba muy fácil darle vida a cualquier vestido. Yo tenía muy claro que el eslabón de ser modelo era muy importante en la tremenda cadena de producción, que es desde el diseño de una prenda hasta la realización de la misma, de la fabricación de ese vestido hasta finalmente entrar en el circuito enorme de lo que hoy se llama marketing y que se venda por decirlo así. Nosotras las modelos somos responsables de que ese efecto se logre, porque una modelo si no logra eso, puede llegar a hacer caer no te diría una colección entera, pero sí seguramente ese vestido, que tal vez es divino y no produzca el efecto deseado por no lucirlo de la manera adecuada.
Por otro lado, para mí fue un extraordinario lugar para generar dinero. Yo mantenía a mis hijos, yo fui quizás la primera modelo que comenzó su carrera con hijos. Empecé mi carrera a los 21 años, tenía muy claro qué hacer para llegar al mejor lugar adentro de la moda junto a mis colegas en ese nivel. Le debo mucho a la moda. Cuando tuve mi escuela, no me alcanzaba el argumento cuando una chica decía “yo quiero ser modelo porque quiero salir en las revistas o para que me vean”, no me resultaba significativo ese argumento, el que siempre me sirvió es “yo quiero mostrar la moda argentina al mundo o por lo menos al público que me está viendo”.
Para mí es importante que la moda sea vista y valorada”.
¿Por qué decidiste dejar tu profesión de modelo?
Dejé la carrera a los 36 años, tuve un sueño premonitorio, que aparecía como escrito con luces de neón “bájate de la pasarela” y esto fue una señal tan clara, estábamos en plena colección otoño invierno y yo me acuerdo que anuncié al otro día que esa temporada sería la última y así fue. Mi despedida en la pasarela fue en el desfile de Gino Bogani en el año 1986.
Contame una anécdota con tus grandes amigas en la pasarela…
Tengo millones, te cuento una; una compañera habitual de la pasarela era Ginette Reynal con la que desfile muchísimo, nos divertíamos mucho porque teníamos como un lenguaje secreto de miradas entre nosotras y, nos comunicábamos hablando como entre dientes para que no se notara y nos divertíamos mirando a la gente de la primera fila, jugábamos con las miradas. Otra anécdota, en viajes en esa época; viajábamos por ejemplo a Rosario con Elsa Serrano, con toda su ropa y las modelos. Se alquilaba un micro. Graciela Masanés, excelente modelo de pasarela, es el ser más gracioso que conocí en mi vida, ella contaba chistes y hasta el chofer tenía que parar el colectivo porque se moría de la risa. Solíamos ir a comer a la Múnich, Teté, Ginette, Graciela, yo, todo un grupete… muy linda época.
¿Qué enseñanza te dejo vivir en la India?
¡Qué pregunta! Voy a ser escueta, India me ayudó a ser Tini, la verdadera, la auténtica, India es una gran madre para mí, me reflejó mis miserias internas. Me ayudó a sacarme arrogancia, quitarme prejuicios de creer que porque venía de occidente la tenía más clara. Fueros amorosos cachetazos de ubicarme, de adquirir humildad, India es una cultura milenaria con muchísima experiencia en la introspección. Viví 7 años en India, viaje 32 veces más a la India, entre esos viajes hay 10 en grupo.
India es para mí volver a casa. Si bien, India me encontró a mí, hice muchas cosas, viaje de norte a sur, y de este a oeste. Hice retiros y profesorados de yoga, me gustaba mucho estar con gente india. En muchas situaciones, por ejemplo en una Escuela de Arte, era la única occidental, dentro de una India auténtica, que me encantaba, si bien mi marido era embajador en ese momento, yo tenía un hambre por estar conectada con la India verdadera y no con la burbuja internacional.
Más importante para mí era tener esa oportunidad, de compartir desde comidas, de ser invitada a eventos indios de teatro, conferencias, cines, presentaciones, desfiles, lo que quieras. He trabajado con mujeres de ahí también lo cual fue muy interesante.
India fue, es y seguirá siendo siempre el lugar donde encuentro mi autenticidad absoluta”.
Describime a la mujer de India.
La mujer india es tremendamente femenina, tiene una feminidad que para nuestra cultura latinoamericana es absolutamente diferente. Yo la comprendí, yo la internalicé. La mujer india es una mujer muy bien plantada, será por ser una cultura con miles y miles de años, tienen raíz, una larga historia de raíz y generaciones y generaciones, esto hace que hasta tu postura es diferente, la autoestima es diferente.
Es baja de estatura por lo general son menudas, absolutamente todas tienen el pelo oscuro, no existe una mujer india rubia, es un tema étnico por la raza. Hay que ir por capas y estratos sociales. Siente su poder agrandado cuando es suegra. El matrimonio arreglado en la India, hace que la nuera vaya a vivir a la casa de los padres del marido. Si bien es un país machista en muchos aspectos, a la vez es un país muy femenino, de una energía muy femenina con mucho machismo, es muy complejo.
¿Cómo es el comportamiento de la mujer en India?
La mujer india cuando es de un nivel medio o para arriba, eso es una diferencia muy grande, es una mujer muy trabajadora, en general es muy involucrada en los negocios de la familia. Es una mujer inteligente, hacedora; por supuesto hay de todo, pensá que son más de 1300 millones de habitantes. Cuando hablamos de la clases bajas duele ver el sometimiento de la mujer india, la ves trabajar en la calle, en la construcción, lleva piedras en una especie de vasija grande arriba de la cabeza, y esto duele porque a veces ves al varón de ese estrato social en particular, sentado debajo del árbol con sus amigos jugando a las cartas, para eso hay que comprender esos tremendos hilos invisibles de la india que hacen a las castas, que si bien fueron abolidas por Indira Gandhi hoy esas castas no las podes sacar; si bien la constitución la saco sigue viviendo en la memoria ancestral. La mujer india es admirable.
¿Cómo influyó en vos todo eso?
Influyó de tal manera que nunca más en mi vida al vestirme mostré alguna parte de mi cuerpo, si antes yo usaba top o polleras tubo aunque nunca fui provocadora desde el vestuario sexy por decir, la India cambio absolutamente mi forma de vestir, cien por ciento; nunca más volví a usar una pollera tubo. Se manifestó en mí este impacto de la feminidad oculta del poder femenino a través de la sensualidad, como quien esta conectado con sus propios sentidos, y que no hace falta mostrar absolutamente nada; como mucha dignidad, esto es lo que internalicé.
Escribiste tres libros, podrías contarnos a quiénes están dirigidos y qué mensaje querés que le llegue al lector.
Primero escribí en India “A cara lavada”, un libro dirigido a las mujeres donde el mensaje es de la importancia que los ojos no ven, desde caminar, de cómo presentarse, es autobiográfico en la primera parte, hay mucha experiencia que les hice a las mujeres antes de irme a la India. Me encanta ese libro, el mensaje es ese, “siempre una mujer que descubra su propia y verdadera belleza, que es su autenticidad”.
La palabra linda no me gusta, no es un valor, ser linda no es un acontecimiento que uno se construyó, es un regalo que te han regalado tus padres, tus genes.
“La belleza es un enorme valor, es muy sublime, es la autenticidad de la persona que no tiene nada que ver con la altura, ni con el pelo, la nariz, ni con el peso, ni con nada”.
Es ese poder que naturalmente tenemos, en el cual cuando uno se apropia nada más ni nada menos de ser un ser humano, de esto hablo.
El segundo libro se llama “Mujeres felices, belleza sin tiempo”, donde claramente el título ya lo indica. Cuando uno encuentra su autenticidad, los años dejan de ser un tema, cosa que para la mujer argentina es muy importante aún, y para mí sin embargo no es como el ser humano que encontró su autenticidad. Descubre y activa esa belleza que está unida a la autenticidad que acompaña a los años y hace que la persona que aunque tenga 100 años sea un ser bello.
Mi tercer libro, es “India mía” fue un pedido de Editorial Planeta, para que yo cuente mis experiencias en la India. Es un libro muy amoroso, sencillo para leer, muy ameno y muy auténtico. Es un libro que yo quiero muchísimo ¡Los tres! Me encantan!
¿Cómo ves o sentís a la mujer argentina?
Increíblemente atractiva en general, nuestro país es el resultado de muchas razas que se deben a la inmigración. Estas mezclas de razas, por el tema de la inmigración, mi mamá era húngara, mi papá alsaciano, mitad francés y mitad alemán. Soy la primera argentina de toda la familia, y así ni siquiera tenemos siete generaciones argentinas puras. Imagínate que poca raíz tenemos.
Los pueblos originarios, muchos de ellos fueron muertos por la conquista. Eso hace en comparación a la India, que es un país que tiene miles de años en práctica de introspección y de raíz. La gente en India esta muy bien plantada.
Yo siento que la mujer argentina, tiene este crisol de razas y al mismo tiempo falta de raíz. Todavía importa muchísimo la mirada del otro, aunque la mujer tenga un trabajo increíble y sea brillante, siempre hay un porcentaje puesto en cómo la ven. Esto es lo que yo noto como la parte llamativa, obviamente lo digo con autoridad porque trabajo con mujeres hace 35 años y de todas las edades, desde chicas que tienen 14 años en adelante y mujeres hasta la edad que quieran, con lo cual alguna experiencia tengo. Todavía el packaging de la mujer perfecta es fuerte, es pesado, por eso mi trabajo es permanentemente llevar los valores hacia otro lado.
¿Qué propones con tus talleres?
Propongo y enseño cómo dejar las creencias limitantes de lado, salir de los enojos, de las creencias negativas y que se animen; las entreno en el coraje para vivir cuando lleguen a la mitad de la vida, que es después de los 40 cuando empieza como la famosa crisis de la mediana edad y ahí es la gran oportunidad de salir de la zona de confort o de verdad me animo con amorosidad llevar adelante algún sueño
Dejar un legado, decir me animé, es el que te hace sentir plena y te hace sentir que el día que te toca partir mires para atrás y digas ¡Viví! Que ellas se den cuenta para que están en esta vida. No es solamente vivir porque vivo, sino hay algo en este camino; es una tarea muy titánica. Me importa que le brillen los ojos y que estén felices con ellas mismas porque así también le dejan un legado maravilloso a sus hijos.
¿Cuál es el taller que más te gusta hacer y qué sensación te deja al terminarlo?
Todos me gustan mucho porque son muy auténticos, muy sinceros. Soy psicopedagoga, soy coach, consteladora familiar. Hoy me importa de verdad abarcar las temáticas desde diferentes miradas, con lo cual, cada taller que doy para mi es una pincelada que agrega a la integración. Es interesante porque no soy psicóloga y no me vendo como tal, porque sería como un fraude.
Siento que las mujeres comprenden y agradecen mucho estas charlas tan abiertas y sinceras entre nosotras. Es un espacio para compartir donde somos respetadas, muy valoradas, donde sus talentos son puestos en marcha. No tengo uno en particular preferido, todos son uno para mí.
¿Qué significa para vos la vida?
La vida es un increíble camino, el camino de los desafíos y que cada desafío es una invitación a animarme a superarlos y la vida es una gran escuela. Tengo un taller que tiene varios talleres en uno, que se llama “Safari Interior”. Hoy lo que más me importa es mi trabajo interior, hay tanto para descubrir. Me interesa mucho saber ¿Quién soy y para qué estoy? Es un gran desafío conmigo misma. Amo la vida, todas las heridas que me han tocado, como a todos, yo la supe cerrar, integrar.
Es un camino de ida, mi desafío más grande es volver, cuanto más grande sea, que llegue otra vez a ese ser niña que fui y con esa alegría y capacidad de sorpresa y con toda la experiencia vivida, es una linda meta.
¿Qué es la felicidad?
La palabra felicidad me suena mucho como cuando le dicen a una persona que es linda. La felicidad es como ese bienestar que me genera hacer las cosas aunque me den temor, como esa capacidad de encarar y trascender los desafíos. En el mejor de los sentidos llamado orgullo conmigo misma.
¿Qué significa para vos el amor?
El amor lo es todo, es el vínculo conmigo, con el otro. La amorosidad para mi es el vínculo. El amor es libertad, es la capacidad de dar y de entregar; ojo esto suena teórico, no quiero meterme con ningún texto, te quiero decir lo que mi alma siente. Hay momentos que tampoco me toca estar bien, sin embargo le encuentro la vuelta a trascender ese momento.
Soy una convencida que desde el amor todo es posible”.
¿Quiénes son tus amores?
Mis amores son mis hijos, mis nietos, mis ex parejas, (no estoy en pareja ahora) mis amigas, los libros, mi pintura, los vínculos, el silencio. ¡Ah, me encanta el silencio!
Hablando de amores, tu bella hija Cecilia siguió tus pasos de modelo y ahora tu nieta! ¿Qué consejos le darías a Chiara Sieburger?
Le digo siempre, “Chiara querida el no ya lo tenes, pone tus sueños en marcha, se fiel a vos misma y aprende a decir que no y anda contra viento y marea, sin lastimar a nadie”. Siempre lo recuerda y lo valora; que confíe en ella y que se equivoque, que se anime, que siempre va a aprender algo, que nunca la decepcione un “no” de alguien de afuera porque ese puede transformarse en algún momento en un “sí”, que busque su camino. Ver el vaso medio lleno, que vea lo positivo y qué aprendizaje me trae.
¿Una afirmación de todos los días?
“Que todo es posible, que depende de mí y que puedo”.
¿Un momento ideal?
En mi casa, en silencio, mirando el fuego si es invierno y si es verano sentada al sol, estar totalmente entregada, ese es mi momento ideal, sea en donde sea. Puede ser en la naturaleza, en una playa, puedo estar perfectamente en mi casa, conmigo. ¡Me encanta!
¿Un consejo para las mujeres?
Le sugiero que se pregunten quienes son y que exploren para qué están en esta vida. Nada más simple y profundo que eso.
Un color y ¿por qué su elección?
El rojo. Es celebración, es vida; y el naranja me puede, siempre me gusto. Siento que me dan mucha vida, mucha energía. El naranja es India y el rojo también.
Nota: Edith Sponton @edithsponton | Fotos: Carlos Navarro @navarro.photo