En una entrevista exclusiva dialogamos con el reconocido artista plástico Tito Khabie donde nos contó entre otras cosas, sobre su visión y concepto de su arte y artistas que lo inspiraron a ser lo que es hoy.
¿Cuál es tu formación y los orígenes de tu arte?
Como artista plástico me formé académicamente con Juan Doffo. Asimismo, tengo una marca visual muy fuerte producto de mis viajes: recorridos por Berlín, París, Barcelona y otras ciudades de Europa, EEUU y Japón desde mis 21 años, continúan siendo insumos para mi obra. Respecto de mis orígenes, mis caminos fueron bastante sinuosos: desde muy chico trabajé en el área textil, también estudié psicología en UBA. Soy diseñador autodidacta de moda y por 3 años fui titular de cátedra en la UBA de la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil. Realicé numerosas muestras individuales y colectivas, en galerías privadas y museos, como así también diversos murales en espacios públicos y privados. En mi carrera como artista, fashionista y gestor cultural se conjugan y fusionan el pensamiento psicológico, filosófico y metafísico.
¿Qué artistas te inspiraron?
Me inspiraron siempre artistas como Jean-Michel Basquiat (también conocido como SAMO), Keith Haring, Antoni Tàpies, Jorge de la Vega, Luis Felipe Noé, Milo Lockett, Ricky Crespo, Manuel Paz y muralistas más contemporáneos de la escena del Street Art.
¿Qué nos podes contar sobre tu estilo y concepto?
Mi obra expresa mi libertad (que intento no perder nunca), es un verdadero remix de arte y diseño. Concibo al arte como esencia de la vida. Mi idea es rescatar todo el tiempo el espíritu de juego: disfrutar de la investigación, vibrar con la fuerza del color y de las formas, divertirme, descubrir, probar, y por qué no, también atravesar la angustia frente al lienzo en blanco. Todo esto se desarrolla en un devenir que incluye diferentes caminos plásticos: desarrollo al mismo tiempo diferentes series, atravesadas por las tramas como uno de mis caracteres simbólicos. Tengo obra más abstracta, otra más geométrica y también mis ídolos figurativos.
¿Cuáles son las propuestas más solicitadas?
Solía dar talleres grupales en mi taller de Palermo en el que pinto todos los días, los que actualmente son online, también hago workshops en ambas modalidades. En épocas pre-pandemia, realizamos múltiples trabajos sociales y en diversas instituciones como por ejemplo, murales en escuelas. Éstos fueron trabajos personales en algunos casos, pero también con el Club de la Pintura. Por otra parte, trabajo a pedido con diversos proyectos on demand, tanto en pequeño y mediano formato de cuadros, como en murales para instituciones, empresas, bares, frentes o terrazas y paredes en casas particulares. Me encanta poder pensar los diferentes sites specific, representan para mí un desafío de trabajo distinto.
¿Cuál es tu visión del arte y de la pintura en particular?
La exploración de los límites de la pintura como campo expandido, como piel de la vida, arquitectura del cuerpo y del espacio, intensidad existencial que se proyecta a todos los ámbitos, de lo privado hacia lo público. El arte no para, y en estos tiempos sigue avanzando, sin obstáculos: el mercado cambia y no para de crecer. Hay cada vez más gente que aprende a vivir con arte en todas sus formas posibles. El arte es amor sana y hace bien.
¿Cuáles es tu desafío?
Para mí el desafío permanente es el arte de reinventar y en ese mismo acto reinventarme. Crear es sin dudas mi trabajo y en ese acontecimiento reencontrar la potencia mientras se sigue construyendo el oficio. La idea es poder habitar la pintura como posibilidad de inventar un nuevo mundo más intenso, aventurero y espiritual.
Nota y Fotos: Charlie Navarro @navarro.photo