Esta historia se convirtió con el correr del tiempo en parte de nuestro acervo tradicional e inspiró una de las tonadas cuyanas más hermosas, que conforman el cancionero popular argentino. Con la poesía de Miguel Martos y la música del inolvidable Buenaventura Luna (según los documentos, aunque algunos quieran atribuirla a otros autores), es la narración poética de un acontecimiento real, ocurrido hace 80 años en el lugar conocido como Quinto Cuartel, localidad del Departamento Pocito en la Provincia de San Juan.
Se trata de un crimen pasional que conmovió a todos los parroquianos y que transformada en canción, ha perdurado de generación en generación hasta nuestros días. En medio de barrios nuevos construidos en los últimos 30 años contrastando con las viejas edificaciones, en el lugar donde se desarrolló la historia, hoy existe un tinglado, algunas habitaciones, asadores, numerosa arboleda y en las inmediaciones el canal para riego, silencioso testigo del duelo por el cual sus aguas corrieron rojas.
Allí cada lunes los llamados “Tonaderos” (interpretes de tonadas), se reúnen para recordar historias que sobreviven en los relatos, con los condimentos que le agrega el narrador de turno, según su visión o conocimiento. Lo cierto es que “EL QUINTO CUARTEL” era el edificio para el alojamiento de trabajadores de las minas y cuyo origen data de la colonización española, cuando se dividían las tierras destinadas a la vid.
En Costa Canal y calle 8 vivía en aquellos tiempos Mariana, una mujer de extraordinaria e irresistible belleza, de la cual se enamoró perdidamente un minero que frecuentaba el lugar, el joven se ausentó rumbo a las minas prometiendo regresar a buscarla, pero al volver tiempo después la encontró con otro, los dos se desafiaron hasta la muerte por aquel amor tan deseado. Se enfrentaron junto al canal de riego (donde hoy existen plantaciones de cebollas) y uno de los hombres ofrendó su vida, mientras el otro con una pena en su corazón se marchó para siempre. Se decía que pertenecían a familias emparentadas (los Márquez y los Quiroga) y que la joven era de apellido Correa, sin embargo no existe certeza al respecto. En la actualidad ese drama forma parte esencial de la historia misma del Quinto Cuartel, que grabada por numerosos intérpretes de la música popular ha trascendido las fronteras de la Patria, nada mejor que recordarla entonces en el mes de la tradición.
Para reafirmar lo que hemos narrado, disfrutemos de la poesía de la “Tonada” que escribiera Don Miguel Martos.
“Quiero a la criolla más linda / de allá del quinto cuartel, / lo malo que allí las criollas / malhaya no tienen hiel. Y pa´colmo de amarguras / una noche la fui a ver / y me la encontré con otro / allá en el Quinto Cuartel. El Acero de dos dagas / hizo chispas encender, / ardieron dos corazones / allá en el Quinto Cuartel. Uno de los dos sobraba / y le tocó morir a él / las aguas corrieron rojas / allá en el Quinto Cuartel. Y ahora me voy pa´siempre / no quiero volverla a ver, / llevo una pena tan honda / de allá del Quinto Cuartel”.