Ser madre es una de las tareas más bellas de nuestra experiencia humana, siempre y cuando va acompañada con el deseo y el amor que los caracteriza en su proceso y desarrollo.
En estos tiempos de cuarentena estamos revalidando nuestra elección permanentemente, ya que son múltiples a los desafíos a los que nos enfrentamos, trabajo en casa, colegio modalidad online, actividades pedagógicas con programas nuevos, tareas cotidianas del hogar, niños encerrados aburridos que quieren jugar y comienzan a sortear peleas entre hermanos por situaciones insignificantes, una pareja a la que hay que estar presente con todos los roces de una convivencia llena de horas juntos o de falta de diálogo.
En fin, este mes de mamá es muy especial, ya que siempre nos consideramos ser un poco multidisciplinarias en nuestros roles pero esta pandemia nos exigió más presencia y paciencia frente a nuestro mundo externo.
Me interesa llevarlas hacia un plano de intimidad y que puedan estar por unos minutos solas.
Buscar un espacio de la casa donde puedas conectar con tu interior, y hacer un par de respiraciones conscientes y llenas de intenciones en inhalar bienestar y paz y soltar todos los miedos e inseguridades.
Busca un horario donde puedas hacer algo que te cause bienestar y disfrute, conecta con tu cuerpo, toma una rutina saludable y regalate tiempo para que el sentido de tu existencia resuene en tu pecho, y no por angustia y cansancio sino por gratitud de estar viva un día más.
Cuida tu cuerpo por dentro y por fuera, corrige esa postura, endereza esa espalda, pon tus piernas firmes en la tierra y embellece tu día con algo sencillo y sutil que lleve tu sello, como ser una rica comida, un baño energético, una clase online de algo que te sume conocimiento o disfrute, habla de lo que te sucede, comparte tus experiencias con otras mujeres, busca ayuda si te sientes cansada, deja para mañana lo que ya no puedes resolver hoy, descansa un tiempo, mimate con gestos tiernos y recuerda que estás haciendo lo más cercano a tu perfección porque es lo que tu corazón, mente y espíritu pueden elaborar frente a esta situación tan significativa.
Serás una sobreviviente del COVID y que lo que tengas que contar a tus nietos u otras personas en un par de años no sean solo pesares sino también que fue un tiempo donde florecí a pesar de estar rodeada de miles de piedras.