Seguramente escuchaste hablar del Yin y el Yang, dos conceptos del taoísmo que son usados para representar o referirse a la dualidad que esta filosofía atribuye a todo lo existente en el universo. “Describe las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias que se encuentran en todas las cosas” dice Wikipedia.
El Yin, asociado a lo femenino, la oscuridad, la pasividad y la tierra; y el Yang, vinculado a lo masculino, la luz, lo activo y el cielo.
Genial hasta allí, pero que tiene que ver con mi estilo me dirás. Resulta que como bien dice Wiki, esta filosofía atribuye esas dos polaridades a todo lo que existe, entonces, allí estamos… nuestro cuerpo las expresa también.
Este acercamiento propone una mirada holística del estilo tomando en cuenta las características físicas más allá de la morfología corporal y sus cinco tipos.
La búsqueda será entonces armonizar nuestras características. Más allá de la moda, las tendencias, el ocultar y el resaltar. Entendiendo nuestras características yin o yang, y la combinación con que se encuentran podremos trabajar en nuestro estilo desde un enfoque distinto.
Te lo simplifico.
Yin habla de formas redondeadas, delicadas, suaves. Por lo que los estilos con formas orgánicas, femeninos o románticos son los que mejor acompañan. Entonces aquí podemos elegir vuelos, mangas abullonadas, telas fluidas, estampas delicadas, o florales por ejemplo.
Yang es afilado, elongado, firme, agudo. Entonces se acompaña mejor eligiendo formas geométricas, estilos sobrios, líneas rectas. El estilo puede ser más dramático. En este caso elegiremos cortes más rectos, telas más rígidas. Solapas angulosas, sastrería clásica.
Te animas a descubrir qué formas predominan en vos. Observa tu cuerpo, tu rostro, tus rasgos, tu cabello.
Y ahora, ¿encontras esas características en tu placard?